Lo que hasta la fecha parecía un requisito existencial para que funcionase Xbox One se ha convertido en tema controvertido tras el escándalo de espionaje PRISM.
En una entrevista a Marc Whitten, vicepresidente corporativo de Xbox en Microsoft, llevada a cabo por IGN se ha dejado entrever cómo la compañía da marcha atrás en otra de las políticas anunciadas con su nueva consola. Xbox One no requerirá Kinect para funcionar.
Un usuario le ha preguntado a Whitten qué pasaría con Xbox One si Kinect se rompiese y la respuesta no deja lugar a dudas:
"Xbox One está diseñada para trabajar con Kinect conectado. Esto hace a los juegos mejores en muchos sentidos [...] Dicho esto, la consola seguirá funcionando si Kinect no está enchufado, aunque no serás capaz de utilizar sus funciones ni vivir la experiencia que utiliza explícitamente el sensor".
Esta semana pasada también vimos cómo Microsoft aclaraba el punto de la posibilidad de compartir juegos, en la misma consola entre distintos usuarios.
En VidaExtra | Opciones de privacidad Kinect en Xbox One
Ver 13 comentarios