Hace unas horas que no hicimos eco de las espectaculares especificaciones de la Xbox Series X. La nueva consola de Microsoft que debería (depende de como evolucione el planeta sometido al Coronavirus) llegar a finales de 2020 para competir con la PlayStation 5.
Lo cierto es que de la Xbox Series X hemos ido conociendo casi todos los detalles hasta la llegada de la información oficial. Por medio de filtraciones conocimos las ranuras, puertos y entradas que poseía y una de ellas llamó la atención. Una entrada que ahora sabemos que se usará àra tarjetas de expansión que permiten un almacenamiento más rápido.
El nuevo sistema de almacenaje de datos de la Xbox Series X llegará en forma de tarjetas de expansión que permiten un almacenamiento más efectivo al facilitar la lectura y escritura de datos. Estas nuevas tarjetas llegarán de la mano de Seagate y ojo, porque ofrecerá 1 TB adicional.
Esto permite que no tengamos que cambiar el SSD incluido si se queda escaso de capacidad, muy buena idea. Pero llegados a este punto, hay que conocer el coste de una de estas tarjetas de expansión, algo que por ahora es una incógnita.
Hay que recordar que la Xbox Series X monta una unidad SSD de 1 TB que aprovecha el estándar PCIe 4.0 con la que la consola de Microsoft alcanzará tasas de 2,4 GB/s de datos en bruto (raw), y hasta 4,8 GB/s de datos comprimidos. Dado el espacio de almacenamiento tan ajustado, estas tarjetas de expansión vienen a ser unidades SSD extraíbles que sí pueden aprovechar todas las prestaciones del sistema de almacenamiento interno de las Xbox Series X.
Estas serán necesarias para poder jugar si nos hemos quedado sin espacio en el disco duro, pues no existen unidades USB compatible ni tampoco servirá un disco duro externo tradicional por su baja velocidad de acceso.
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