Ayer vimos cómo la Xbox One S All-Digital Edition se hacía realidad. Llegará a partir del 8 de mayo, en el caso de España o el 7 de mayo en los Estados Unidos a un precio de 229,99 euros (249 dólares) y junto a tres juegos ya cargados: Minecraft, Sea of Thieves y Forza Horizon 3.
Una vez se conocieron los datos, opiniones para todo tipo sobre una consola que supone una importante apuesta por el juego _on line_ y un varapalo para los amantes del juego en formato físico. Consecuencias de eliminar el lector de Blu-ray UHD y sustituir por la necesidad de estar siempre conectados. Y es ahora cuando vamos conociendo algunos detalles adicionales.
Sabíamos que Microsoft se había regido por la ley del mínimo esfuerzo, al menos en el diseño. Por fuera la Xbox One S All-Digital Edition es casi calcada a la Xbox One S. Sólo la ausencia de la baía para insertar los discos Blu-ray UHD y el botón para expulsarlos delataban que estamos ante una nueva máquina. La sorpresa viene al mirar en su interior... ya que todo sigue igual.
Sí, la Xbox One S All-Digital Edition prescinde de la unidad lectora para convertirla en una consola completamente digital, pero en el interior el resto sigue siendo idéntico. Se mantienen puertos, conexiones e incluso sigue presente, aunque ahora tapado, el botón para expulsar un Blu-ray de una un lector ahora suprimido.
Microsoft lo que ha hecho o eso parece, es usar la misma placa que monta la Xbox One S y eliminar un añadido como es la unidad lectora. Nada más. Esto quiere decir que en teoría, un usuario con unos mínimos conocimientos podría volver a conectar una unidad de discos físicos a su puerto correspondiente, pues sigue presente. Incluso se plantea si se podrían usar dos discos duros a la vez. Y es que no se sabe si Microsoft ha añadido algún tipo de bloqueo vía _software_.
Desde luego, desde el punto de vista empresarial y práctico, el movimiento puede ser interesante. No tanto así desde el punto de vista del usuario. Si nos quedamos con el precio en euros, pagaremos casi 230 euros por una máquina capada con una arquitectura clavada a la Xbox One S que sin ofertas, podemos encontrar por 249 euros con un juego y un lector de discos. Y quizás, mirándolo así, la nueva máquina no resulte interesante para muchos usuarios.
Fuente | WindowsCentral
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