La Xbox One original ya tiene una azarosa vida a sus espaldas. La Xbox One S ha llegado al mercado con más potencia, menos ruido y sobre todo con una arquitectura más reducida. Menos tamaño para un producto que por las líneas y ya lo dijimos, pasa por ofrecer uno de los mejores diseños del mercado.
Sin embargo y volviendo a la Xbox One, vamos a tirar de radiografía para conocer el interior de la Xbox One. Un interior que hemos conocido gracias a la labor de Fritzchens Fritz que ha estado trabajando en el chip de la consola para poder mostrar todos sus secretos. Y este es el resultado.
Un diseño en 28 nm que nos deja ver en un espacio de sólo 3,63 centímetros cuadrados toda la arquitectura que da forma al sistema. Y en ella los componentes que la integran como son las dos CPUs de cuatro núcleos Jaguar, el módulo de SRAM, los controladores de memoria del sistema y los núcleos de la GPU AMD Radeon. Un trabajo de diseño digno de elogio.
Y es que la Xbox One llegó al mercado ofreciendo una potencia gráfica destacada gracias al uso de un SoC de 8 núcleos con una frecuencia de reloj de 1.75 GHz y una GPU Radeon con 14 unidades de computación con una frecuencia de reloj de 853 MHz. ¿El resultado? Una potencia de cálculo de 1.31 TFLOPs que sin embargo quedaban por debajo de los 1,84 que lograba la primera PS4.
Ahora sería deseable poder ver al desnudo la APU de la Xbox One S para así conocer la evolución experimentada con una arquitectura de menor tamaño (recordemos que está fabricada en 16 nm) y mucho más optimizada. Una forma curiosa de comenzar la mañana del lunes ¿no creéis?.
Vía | tweaktown
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Imágenes interior | Fritzchens Fritz
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