Durante los tres años que lleva en el mercado, Kinect ha ido evolucionando en la parte de software al tiempo que ganaba importancia en los planes de Microsoft. Tras surgir como un periférico, el sensor de detector de movimientos se ha ido poco a poco convirtiendo en un elemento más de la consola y no un simple añadido. Con su nueva versión esto no hará más que aumentar, hasta el punto de que Xbox One vendrá con un nuevo Kinect de serie.
El nuevo Kinect mejora cada uno de los apartados de su hardware para permitir el control absoluto de la consola mediante comandos de voz y gestos. Un simple "Xbox On" bastará para que Kinect nos reconozca y encienda la consola con nuestra sesión en ella. A partir de ahí podremos navegar por los menús con órdenes directas de una forma más natural de la que hasta ahora proponía el viejo Kinect en Xbox 360.
Con la nueva versión Microsoft también se ha centrado en llevar la detección de movimiento de Kinect hasta un nuevo nivel. La precisión llega ahora al nivel de detectar los dedos de nuestras manos. Además las cámaras de profundidad serán capaces de generar modelos más detallados de lo que tienen delante, permitiendo a la consola saber, por ejemplo, cuando tenemos el mando en nuestras manos.
Junto a la nueva versión de Kinect, Xbox One recibirá la aplicación de Skype que muchos estaban esperando. El servicio de videoconferencia nos permitirá hacer buen uso de la cámara HD para hablar con nuestros contactos directamente desde el televisor. Podremos recibir llamadas mientras jugamos o vemos la tele y situar la aplicación en un lateral con el nuevo modo snap importado de Windows 8.
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