Estados Unidos, China y Rusia tienen una nueva contienda que librar, aunque por suerte lo harán de forma virtual y bajo el amparo del realismo de Battlefield 4, uno de los juegos que podremos llevarnos a casa si las ganas de nueva generación de Microsoft nos invitan a hacernos con una unidad de Xbox One.
Más, mejor y más vistoso, una regla que nunca falla y que EA y DICE han querido emplear con esta nueva entrega de la saga. Por supuesto, además de una campaña de vértigo, Battlefield 4 también viene cargado de novedades en su multijugador, sin duda uno de los que más horas nos robará a los mandos.
Las clases ahora son más completas y diferenciadas y, además, la suma de nuevas mejoras de campo nos ayudará a conseguir un estilo de juego mucho más personalizado según nuestras preferencias o el devenir de las partidas. Lo importante es que cada partida sea única y, viendo el trabajo realizado con el diseño de niveles aprovechando las nuevas tecnologías, seguro que va a serlo.
Edificios que pueden ser destruidos, suelos que caen bajo nuestros pies porque alguien lo ha decidido así y el uso de SmartGlass para devolvernos el modo Comandante ponen el broche final a uno de los juegos más prometedores de los próximos meses. Si eres de Battlefield, no creo que acabes desencantado.
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