La vida pirata es la vida mejor, dicen, y aunque por amor a una ducha caliente y unas leyes que aseguren nuestro pescuezo no lo hemos podido demostrar, el viaje que nos propone Assassin's Creed IV: Black Flag bien puede ser un ejemplo de lo que nos perdimos hace unos años. También es uno de los juegos que estará disponible en el lanzamiento de Xbox One.
El protagonista en esta ocasión será Edward Kenway, abuelo de Connor de Assassin's Creed III, y junto a él visitaremos las islas de Ultramar para saquear, apoderarnos de emplazamientos y luchar contra las tropas invasoras. Lo que sea para conseguir nuestro propósito.
Si en la anterior entrega se introducía el tema de los barcos, en esta ocasión los viajes marítimos se convierten en absolutos protagonistas del juego. Los cambios entre tierra y mar serán automáticos y sin ningún tipo de corte, por lo que lo de desenterrar un tesoro y salir por patas del ataque de los nativos al estilo En Busca del Arca Perdida va a convertirse en nuestro pan de cada día.
No sólo iremos sobre las olas, también tocará inflar los pulmones y bucear en las profundidades para encontrar tesoros y piezas que nos permitan mejorar nuestro barco. Los peligros acechan en forma de tiburones, pero la curiosidad por conocer qué se esconde tras esa cueva submarina conseguirá que hagamos de tripas corazón y nos lancemos a explorar. Horas de juego no nos van a faltar, eso podéis tenerlo claro.
En Vidaextra | Assasin's Creed IV: Black Flag