En el E3 2016 Microsoft anunció la llegada de la Xbox One S. Una Xbox One más estilizada y potente, sin este feo transformador externo que podía ser ideal para aquellos que buscaran una consola de nueva generación. Todo un atractivo que la propia Microsoft arrojó a los leones justo al finalizar la conferencia al anunciar la Project Scorpio.
Y eso que la Xbox One S se trata de una muy buena consola e incluso de un interesante reproductor Blu-ray UHD. Una consola un 40% más pequeña, con soporte HDR para juegos, 4K para el reproductor Bluray, un mando Bluetooth compatible con Windows 10 y hasta 2 TB de memoria... pero la sombra de Project Scorpio ya era alargada.
Una nueva consola que esperamos ver a finales de 2017, poco más de cuatro años desde que llegó la Xbox One y con un año y algo de diferencia respecto a la Xbox One S. ¿Está matando Microsoft a su consola actual? Pensemos que se trata de plazos de tiempo muy cortos para explotar la vida de una máquina similar, algo que puede sentar muy mal a los usuarios que se han gastado su dinero en una Xbox One.
Y es que tenemos que reconocer que pese a que luego digan que con la llegada de Project Scorpio se seguirá apoyando a la Xbox One, lo cierto es que es lógico que los esfuerzos se centren en la nueva y que la antigua máquina reciba productos cada vez más residuales.
Esto lo han tratad de matizar desde distinto sitios afirmando que Project Scorpio será una plataforma diferente, no una nueva generación, "conviviendo en paz con Xbox One", tanto es así que incluso tendrán los mismos juegos y que los exclusivos llegarán más tarde.
¿Nos lo creemos?
La premisa de Project Scorpio es que gracias a su descomunal potencia podrá explotar de forma decente los entornos de realidad virtual, algo que ni la Xbox One ni la Xbox One S pueden hacer por carecer de una buena apropiada gráfica y un procesador acorde.
En este sentido se ha asegurado que la Xbox One podría durar al menos otros siete años que más o menos es el periodo habitual de duración de una generación o así lo ha sido hasta ahora.
Hasta ahora todo pinta muy bien pero ¿que ocurrirá si los desarrolladores empiezan a sacar los mejores juegos en esta plataforma al tener mejor _hardware_? Obviamente la Xbox One recibiría _ports_ y ya sabemos lo que pasa en estos casos: una bajada de calidad notable.
Una consola con unos cinco años y que ya tendría a su sucesora presente... un tiempo que quizás no ha dado para amortizar el gasto en la Xbox One S y que choca con el hecho de que es ahora cuando se está empezando a aprovechar todo el potencial que ofrece pues con la salida de una consola los juegos no aprovechan toda la calidad que la máquina puede ofrecer.
¿Qué consola me compro?
Por mucho que traten de justificar la convivencia se trata de dos consolas de la misma marca en el estante de la tienda. Entonces, ¿cuál me compro? Y ojo que la respuesta no es nada fácil. En primer lugar porque hay que mirarse el bolsillo y en segundo lugar ya que hay que determinar el tipo de usuario.
Si hacemos un poco de memoria estas son las especificaciones de la Xbox One S:
- PRECIO 299 euros
- DIMENSIONES Un 40% más pequeña (295 x 230 x 63 mm)
- PESO 2,9 kg
- RESOLUCIÓN DE VÍDEO DE SALIDA 720p, 1080p, 4K (HDR)
- CPU 1.75GHz AMD Jaguar de ocho núcleos
- GPU 12 unidades de computación 914MHz
- RAM 8 GB DDR3
- RENDIMIENTO 1.4TF
- ALMACENAMIENTO INTERNO 500 GB / 1 TB / 2 TB
- UNIDAD ÓPTICA 4K Blu-ray, DVD
- WI-FI Dual band, 802.11 a/b/g/n
- CONECTIVIDAD ETHERNET Gigabit Ethernet
- PUERTOS HDMI 2.0a, S/PDIF, USB 3.0, puerto infrarrojos
- FUENTE DE ALIMENTACIÓN Interna
- MANDO DE VIDEOJUEGOS Inalámbrico, rediseñado y con soporte Bluetooth
Si vienes de una Xbox 360, no tienes consola o buscas un reproductor Blu-ray UHD económico la Xbox One S es una gran opción. Por prestaciones, diseño y sobre todo por precio. Tendrás a su vez acceso a grandes títulos para poder disfrutar de una consola de última generación.
Ahora si ya tienes una Xbox One, te atrae la realidad virtual y no valoras especialmente alguna de las anteriores circunstancias, lo tuyo podría ser el esperar a Project Scorpio. Una máquina más potente (6 teraflops de GPU y ocho núcleos de CPU, probablemente AMD Zen) pero también sensiblemente más cara, como suele suceder con los lanzamientos.
Pero llegados a este punto la duda que queda en el aire es si desde Microsoft han tomado una decisión acertada situando tan cerca la renovación de Xbox One y la salida de Project Scorpio. Para muchos, entre los que me incluyo como usuario, la salida tan cercana de una nueva máquina terminará significando el principio del fin de Xbox One. Por un lado porque poco a poco los juegos irán siendo lanzados pensando en la nueva consola y por otro lado por el enfado que pueden provocar en los usuarios que tras realizar un desembolso importante por una consola como Xbox o Xbox One S, ven como el periodo de vigencia de la misma en la que esta tiene que recibir contenido de calidad, se reduce drásticamente.
Desde Redmond seguro que esta posibilidad, que no resulte del agrado de los usuarios, la tienen más que presente, de forma que siempre han comentando que sus intensiones con Project Scorpio son las de ofrecer una máquina mucho más avanzada que Xbox One S.
Llegados a este punto _¿que opinas? ¿Volverías a confiar en Microsoft para comprar una nueva consola? ¿Ves lógico el movimiento que lleva a tener una consola Project Scorpio (o como al final se llame) en las tiendas a finales de 2017?_
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