Hace tiempo que no escuchábamos su nombre. Spectre vuelve a la escena pública gracias a Microsoft, pues la empresa americana lanza ahora un actualización destinada a corregir un problema generado por el parche que bloqueaba Spectre en los equipos que cuentan con Windows 7 y Windows 8.1.
Los usuarios de ambos sistemas llevan tiempo quejándose de los problemas que estaba provocando en sus equipos el anterior parche lanzado por Microsoft para abordar la brecha de seguridad que supuso la llegada de Spectre en segunda versión.
Tanto Windows 7 y Windows 8.1 fueron parcheados para protegerse de las vulnerabilidades Meltdown y Spectre. Todo iba bien e incluso recibieron una nueva actualización destinada a cubrir el agujero de seguridad de una nueva variante llamada "Spectre Variant 2". Y este fue el inicio de los problemas.
Pese a que dicho parche resolvía el problema de seguridad, los usuarios que lo instalaban en sus equipos, en los que tenían cómo sistema operativo alguna de esta versiones de Windows, notaban como el procesador funcionaba siempre a una velocidad excesiva. Esto se traducía en un mayor consumo energético y un aumento de la temperatura de los equipos.
Esto además provocaba una bajada del rendimiento en las tareas diarias, algo que hizo que se alzaran las voces de los afectados. Y Microsoft ha tardado, pero finalmente ha liberado los parches necesarios para corregir el problema.
En el caso de Windows 8.1, este ha recibido el parche KB4467697 y el KB4467703 con los siguientes cambios y correcciones:
- Se corrige el problema que provoca un uso elevado de la CPU que perjudica el rendimiento en algunos sistemas con procesadores AMD. Este problema ocurría tras instalar las actualizaciones de Windows de julio de 2018 de Microsoft y las actualizaciones de microcódigo de AMD que abordan Spectre Variant 2.
- Se añade una actualización adicional que mejora la seguridad de Windows App Platform y Frameworks, Windows Graphics, Internet Explorer, Windows Wireless Networking, Windows Kernel, y Windows Server.
En el caso de Windows 7, el parche de seguridad tiene el número KB4467107 y a diferencia de la que han lanzado para Windows 8.1, desde Microsoft sí que nos advierten de un problema que se puede dar al instalarla.
Esta actualización debe llegar de forma automática a los equipos que cuentan con alguna de las versiones afectadas de Windows y en caso de no haber recibido el aviso de actualización no queda más remedio que acceder a la ruta "Menú de Configuración" y buscar "Actualización y seguridad" para después pulsar en "Buscar actualizaciones".
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