_¿Has actualizado a Windows 10 desde una versión anterior como es Windows 7 o Windows 8.1?_ Si es así, lo más normal es que tu equipo haya experimentado una mejoría en su rendimiento (leve, que tampoco vamos a volvernos locos) o al menos siga igual que antes, pero _¿y si por algún motivo ahora tu equipo va peor?_
No pasa nada, ante todo vamos a mantener la calma, porque en caso de haber experimentado un retroceso en el rendimiento, este puede subsanarse en parte sin demasiados problemas, bien sea realizando una instalación limpia, bastante tediosa por cierto o con un truco como es activar el arranque rápido.
El arranque rápido llegó a nuestras vidas con Windows 8.x y se basa en el uso de la hibernación, de forma que cuando apagamos nuestro ordenador en lugar de apagarlo por completo, lo que el sistema hace es hibernar el núcleo para que al volver a arrancar no tenga que cargar todos los ficheros, logrando una disminución del tiempo de carga.
Esto sin embargo no ocurre cuando reiniciamos el equipo, ya que en ese caso la carga es completa, pues se trata de un proceso necesario para la carga y aplicación de los parches que periódicamente lanza Microsoft así como para corregir algunos pequeños fallos y dar estabilidad al sistema, algo aconsejable si bien en determinados casos puede ser una opción nada cómoda o útil.
Si este es tu caso y quieres activar el arranque rápido vamos a primero a revisar si está activado, para lo que vamos a pulsar con el botón derecho del ratón y dentro de "Opciones de energía" activamos la opción "Requerir contraseña al reactivarse".
Es el paso previo para con posterioridad ver una nueva pantalla que muestra las formas de apagado que tenemos activadas. La primera que verás es "Activar inicio rápido", _¿la tienes activada?_ Solo debes marcarla para poder empezar a hacer uso de la misma.
Ya lo tienes hecho y puedes probar si aprecias la diferencia si bien y si quieres realizar cambios en la configuración, vas a precisar del uso de los "célebres" Permisos de Administrador para poder acceder a todas las opciones.
Desde este momento tu equipo debería experimentar una mejoría, pero como no todas las máquinas son iguales a la hora de ofrecer resultados, pese a que tengan los mismos componentes, puede que quieras volver atrás, para lo que bastará con deshacer los pasos que hasta ahora hemos explicado.
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