Un mes después del lanzamiento de Windows 8, se suceden las declaraciones y los estudios sobre el éxito del nuevo sistema de Microsoft, en muchos casos contradictorias. ¿Qué está pasando realmente con Windows 8? ¿Cómo está funcionando en el mercado, y por qué vemos estos datos de ventas?
Windows 8 frente a sus predecesores
Tami Reller anunció hace unos días que Windows 8 había vendido 40 millones de licencias en el primer mes. Es una cifra impresionante, pero no podemos entenderla sin un poco de contexto.
Windows XP vendió 17 millones de licencias en dos meses. Windows Vista, 20 millones en un mes, y el último de Microsoft, Windows 7, llegó a los 60 millones de licencias vendidas en dos meses. Sin embargo, estas cifras no sirven demasiado si no las ponemos en relación con el volumen de PCs en cada momento (el mercado de ordenadores ha crecido y por lo tanto es normal que las licencias vendidas crezcan también).
Como por desgracia no tengo las cifras del número de ordenadores que hay en el mundo, usaremos una métrica relacionada: el número de ordenadores distribuidos según IDC. No es ni mucho menos algo exacto, pero sí que pretendo tener algo orientativo, que nos pueda dar una idea del éxito real de Windows 8. El gráfico es el siguiente (tenéis todos los datos con sus fuentes en una hoja Excel en Office Web Apps).
Como se ve en el gráfico: sí, Windows 8 ha tenido muchísimo más éxito que sus predecesores, tanto en cifras absolutas como a nivel de licencias vendidas en relación con el volumen de ordenadores personales. En realidad será un poco menor ya que estamos contando las licencias de Windows 8 para tablets dentro de las ventas de ordenadores personales, pero aun así la tendencia positiva es muy clara.
Las cifras no tan buenas
Pero no todo son cifras buenas con Windows 8. Comentaba Paul Thurrott que Windows 7 había estado vendiendo licencias a un ritmo de 20 millones al mes. Visto así, Windows 8 "sólo" habría doblado el ritmo normal de ventas. Por otra parte, tenemos el informe de NPD, que no es precisamente bueno.
En este informe se comenta que las ventas de dispositivos con Windows han bajado un 21% con respecto al año anterior, que Windows 8 "sólo" está en el 53% de ordenadores con Windows vendidos, y que las tabletas no han llegado a representar el 1% de las ventas.
¿Son cifras malas? Puede ser. Personalmente, no me sorprenden demasiado. No porque crea que Windows 8 vaya a fracasar, sino porque hay muchos factores que impiden que su adopción sea rápida.
Las reticencias al cambio
Los usuarios de Windows en general no son muy dados al cambio. Tanto en el mundo empresarial como en el de usuario estamos acostumbrados a un sistema que no ha tenido cambios radicales en muchísimos años. Sólo hay que poner la interfaz de Windows 95 al lado de la de 7 para darse cuenta de ello.
Pero ahora llega Windows 8, un cambio completo de paradigma. El menú de inicio que ya no está, una pantalla principal "Modern UI", que no tienen nada que ver con lo que estábamos acostumbrados, y un nuevo tipo de aplicaciones que tampoco se parecen a las tradicionales de Windows. Todo es distinto.
El cambio es tan brusco que resulta difícil convencer a los usuarios normales de que se cambien. La primera vez que alguien coge Windows 8, se pregunta "dónde está mi botón de Inicio" y probablemente acabe frustrado. Es normal, pasa con cualquier sistema en el que haya algún cambio brusco (por poner un ejemplo cercano, mirad la reacción de los usuarios de Facebook con el cambio a Timeline en los perfiles).
Y en empresas, la cosa está más difícil todavía para que el cambio sea inmediato. Si ya de por sí cuesta que se actualicen sistemas en el mundo empresarial, imaginaos si además hay que adaptar a los trabajadores a una nueva interfaz.
Lo bueno de esto es que las reticencias se van cuando el tiempo pasa. Windows 8 es un sistema que choca de primeras, sí, pero que en cuanto estás una o dos horas usándolo te parece muchísimo mejor que sus antecesores. Tanto por la facilidad de uso como por la rapidez, Windows 8 es muy superior a cualquier otro sistema operativo.
Por lo tanto, sólo es cuestión de tiempo que Windows 8 empiece a coger inercia. No habrá un cambio rápido porque es un cambio demasiado radical, pero estoy seguro de que poco a poco Windows 8 irá consiguiendo mayor aceptación.
Volvamos sobre las ventas de ordenadores
Acabamos de ver por qué es difícil que Windows 8 tenga una aceptación masiva entre los usuarios. Pero en el informe de NPD que comentaba antes no hablábamos sólo de Windows 8, sino también de tablets, portátiles y demás ordenadores. ¿Por qué no están aumentando las ventas de dispositivos Windows?
Primero, porque las categorías nuevas todavía causan un poco de recelo, sobre todo entre los propios distribuidores (ya os comentamos que la distribución de nuevas máquinas con Windows 8 no está siendo muy buena). Los usuarios normales ven los convertibles y los híbridos como "cosas extrañas". Hasta que no empiecen a distribuirse un poco y algunos lo prueben no habrá más demanda (el "eso lo tiene mi amigo" vende muchísimo más que cualquier campaña de publicidad).
En los tablets ocurre lo mismo. El iPad es el rey de este sector, y los primeros tablets Android no han hecho demasiado para demostrar que hay alternativas a Apple. Se tardará un poco en que los tablets Windows lleguen a las tiendas y calen entre los usuarios.
Y en cuanto a los portátiles y sobremesas, el problema que tenemos es la reticencia al cambio de antes: todavía no se conoce Windows 8 y no todos van a optar por el nuevo sistema, más aún cuando todavía quedan muchas unidades con Windows 7 en las tiendas.
En resumen, los dispositivos con Windows 8 no van a ser un éxito de ventas al principio por dos razones: una, que los distribuidores no están apostando por ellos al introducir categorías nuevas, y dos, que con el cambio tan grande que es Windows 8 los usuarios todavía tardarán en aceptar y comprar el nuevo sistema.
¿Significa esto que Windows 8 va a fracasar? Para nada
Sí, los primeros datos de ventas de Windows 8 no van a ser espectaculares. Pero es normal. En general, creo que el dato de licencias y la aceptación entre los desarrolladores son datos muy buenos, que nos hacen pensar que en cuanto los usuarios se acostumbren, Windows ganará bastante tracción.
La apuesta de Microsoft es arriesgada. Un sistema más conservador habría traído más ventas al principio, claro, pero entonces los de Redmond seguirían en una posición cómoda y no innovadora que les acabaría pasando factura en un futuro. Creo que han hecho lo que debían, y que en un futuro las cifras lo demostrarán.
De momento, tenemos que evaluar los datos que lleguen desde la perspectiva que comento: el comienzo no va a ser fácil porque el cambio es muy radical. Una vez pasado el "shock", esos datos mejorarán mucho.
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