Hace unos días Microsoft lanzó para Windows 10 una actualización asociada al parche KB4482887. Una Build con un objetivo claro. Se trataba de ofrecer soporte para Retpoline y así mejorar el rendimiento de los procesadores Intel y AMD que se habían visto afectados por los parches para atajar las amenazas Meltdown y Spectre.
Una actualización que sin embargo se ha encontrado con un gran problema inesperado que está provocando las quejas de los usuarios. Los equipos con Windows 10 October 2018 Update han visto como se empeora el rendimiento de Windows 10 al usar algunos juegos.
Como informan desde Windowslatest donde se hacen eco de las quejas que manifiestan los usuarios en foros como Reddit, el parche estaría provocando un empeoramiento de la experiencia de juego con algunos títulos. Algunos usuarios se quejan por ejemplo de una caída de FPS en Destiny 2.
Y aunque prometía mejorar el rendimiento en los equipos eliminando los problemas que llegaron con Meltdown y Spectre, parece que logra todo lo contrario. En el caso de Destiny 2 el juego se hace casi injugable
Algunos de los afectados hablan de caídas de FPS en cuestión de segundos que hacen que el título pase de 60 a 35 FPS sin motivo aparente tras instalar el parche.
"Sufrí el problema al usar el ratón y observar una bajada de 60 fps a aproximadamente 35 y el juego comenzó a laguear y perder calidad de audio"
En general, todos los usuarios se quejan de la pérdida de potencia tras actualizar. Unas quejas que han terminado llegando a los oídos de Microsoft, tanto que en unos de los hilos abiertos, un usuario que afirma ser un ingeniero de Microsoft recomienda a los usuarios informar el error en el centro de comentarios y feedback y sugiere desinstalarel parche KB4482887 para solucionar el problema y retrasar las actualizaciones hasta que salga una revisión con una solución al problema.
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