Uno de los anuncios más importantes hechos por Microsoft en el evento del pasado 21 de enero fue que los usuarios con Windows 7 o Windows 8.1 tendrían la posibilidad de actualizar gratis a Windows 10 durante el primer año, esto con el fin de que la base de usuarios de Windows se moviera más rápidamente a la última versión, y así facilitar la entrega de futuras actualizaciones o el desarrollo de nuevas aplicaciones.
Sin embargo, ahora Microsoft ha entregado nuevos detalles de esta oferta, especificando que ella estará disponible solamente para consumidores finales, no para empresas. Esto quiere decir que en aquellos equipos donde se use la edición Enterprise de Windows 7 o Windows 8.1 se tendrá que pagar el costo correspondiente de una licencia de Windows 10 para actualizar a la última versión del sistema operativo.
La excepción a esta regla serán las empresas que tengan activo un contrato de garantía de software en licencias por volúmenes, las cuales podrán actualizar a la última versión de Windows durante el tiempo en que estén vigentes tales contratos (de forma similar a como alguien con una suscripción de Office 365 puede actualizar a la última versión de Office mientras esté vigente tal suscripción).
Por desgracia, todavía no contamos con información oficial sobre el valor que tendrá cada una de las licencias de Windows 10, ni tampoco cuáles serán las distintas ediciones que se pondrán a la venta una vez que el sistema operativo salga al mercado.
Diferentes ritmos de actualización para diferentes necesidades
Junto con anunciar cuáles son las condiciones en que aplicará la promoción de la actualización gratis por un año, Microsoft también está revelando cuáles serán los distintos ritmos de actualización del sistema operativo entre los que podrán optar las empresas.
Recordemos que el plan de Redmond es que Windows 10 sea la última "major realease" del sistema operativo, y que a partir de ahí se vayan entregando actualizaciones incrementales, con mayor frecuencia de lanzamiento, y gratuitas para los usuarios finales (ej, Windows 10.1, 10.2, etc). Pues bien, Microsoft también entiende que este ritmo de actualizaciones "acelerado" es imposible de imponer en muchas empresas, debido a que las compañías tienden a preferir la estabilidad en sus entornos de software, antes que recibir con tanta frecuencia nuevas características y funciones que pueden generarles problemas en su flujo de trabajo cotidiano, o bien, obligarlos a invertir en horas de capacitación para que los empleados aprendan a usar las nuevas funciones.
Pensando en todas esas empresas que tienen aversión a los grandes cambios en software, Microsoft ofrecerá los llamados "Long Term Servicing branches", un plan de actualizaciones al que las empresas podrán suscribirse, y que incluirá únicamente parches críticos y de seguridad durante los 10 años que dure el soporte principal y extendido del sistema operativo.
Para las empresas que tengan interés en recibir nuevas funciones de Windows 10, Microsoft ofrecerá un plan distinto, denominado "Current branch for Business", y que permitirá a sus suscriptores disfrutar de nuevas características de Windows una vez que estas ya hayan sido implementadas en el mercado de consumidores finales. Es decir, Microsoft lanzará primero las nuevas características de Windows 10 en los PCs de consumidores finales, y una vez que ahí se haya probado que no existen problemas de compatibilidad o de otra índole, o estos ya hayan sido resueltos, recién serán publicadas para usuarios corporativos.
En tanto, los usuarios finales que aprovechen la oferta de actualizar gratis a Windows 10 desde Windows 7 u 8.1 serán los que primero recibirán todas las actualizaciones, tanto críticas y de seguridad, como de nuevas funciones y características.
Vía | Mary Jo Foley
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