Probablemente la mayoría de los usuarios que están probando Windows 10 se enteraron de la casi telenovela que ha ocurrido con la supuesta gratuidad del sistema operativo para los participantes del programa Insider. En un principio se publicó una nota que daba a entender que dichos usuarios accederían a la versión final de forma gratuita, para siempre, luego se editó el anuncio dando lugar a la confusión, y finalmente se aclaró todo, indicándose que sólo mantendrían su versión de Windows activada si es que permanecían en el programa de pruebas, aceptando así instalar futuras builds inestables después de que se lance la versión final.
Pero más allá de lo que Microsoft haya anunciado para este caso particular, hay razones para creer que, en la práctica, no será muy difícil usar el sistema operativo gratis, aun en casos no cubiertos por la promoción de _upgrade_ gratuito.
El motivo de eso es lo que señala Ed Bott en la segunda mitad de artículo: la incompatibilidad entre tener un sistema de activación muy estricto contra los piratas, y el cumplir el objetivo que se han puesto de que 1.000 millones de dispositivos utilicen Windows 10 dentro de 2 a 3 años.
Es difícil tener un sistema de activación muy estricto, y al mismo tiempo lograr que cientos de millones de usuarios actualicen a Windows 10
¿Por qué estos 2 objetivos serían incompatibles? Principalmente porque los usuarios de Windows, nos guste o no, tienden a ser más reacios al cambio, aun cuando estamos frente a una nueva versión que es superior en todos los aspectos a sus antecesores. Microsoft lo sabe, y es por eso que está desplegando una campaña casi sin precedentes para darle un pequeño _empujoncito_ a los usuarios de versiones anteriores, y convencerlos de actualizar a Windows 10 dentro del primer año que dure la promoción.
El problema es que dicha campaña no es suficiente para concretar los cientos de millones de actualizaciones que Microsoft necesita para lograr su meta. Se requiere también que el proceso de actualización sea fácil, rápido y _sin fricción_. Si la actualización presenta demasiadas trabas o requisitos, muchos usuarios podrían desistir, optando por quedarse en la "zona de confort" que les brinda Windows 7.
El proceso de actualización a Windows 10 debe ser fácil, rápido y sin fricción.
Ahí radica la incompatibilidad con tener un sistema de activación muy estricto. El tener que buscar claves de producto, o pasar por otros sistemas de verificación más avanzados _es_ fricción, y por ende Microsoft buscará evitarlo. La consecuencia más probable de ello es un sistema de activación laxo, fácil de evadir, y que quizás no logre hacer _enforcement_ de las reglas de actualización legítima y no legítima que la misma empresa ha establecido.
La importancia de los mil millones de dispositivos con Windows 10
¿Porqué es tan importante que Windows 10 alcance tal cifra de uso en tan poco tiempo, aun a costa de no sancionar a los _piratas_ en todos los casos? ¿No será mejor tener menos usuarios, pero conseguir que más de ellos paguen por las licencias que corresponden? No, porque lo que Microsoft necesita con urgencia es que Windows gane relevancia como plataforma universal para los desarrolladores, para así subirse definitivamente al carro de lo móvil y las tiendas de aplicaciones, mercados que no paran de crecer (a diferencia del de las licencias y ventas de PC, que están estancados).
Y aun así, los ingresos que Microsoft dejaría de recibir por no ser tan estricta con los piratas (a.k.a. "usuarios que no califiquen para el _upgrade_ gratuito") no son tantos, ya que se trata de usuarios que de todas formas no pagarían por las licencias. Redmond seguirá recibiendo ingresos por las licencias OEM a fabricantes, que no bajarán de precio, y por las licencias de empresas, que no estarán sujetas a la promoción de _upgrade_ gratuito, y que además al usar una edición distinta de Windows 10 (Enterprise) podrán incorporar un sistema de activación diferente y más estricto.
"Dejad que los piratas vengan a mi"
Con esto no quiero decir que Windows 10 vaya a ser gratis oficialmente para piratas o algo así. Ese es un tema ya zanjado, y la posición oficial de Microsoft es clara: no. Simplemente argumento que, probablemente, optarán por no tapar todos los agujeros que permitan saltarse dichas reglas, ya que hacerlo podría crear fricción en el proceso de _upgrade_ legal, algo que Redmond querrá evitar a toda costa porque interfiere con que Windows 10 alcance una masa crítica de usuarios lo antes posible.
Windows seguirá siendo de pago por ahora (y Microsoft seguirá recibiendo enormes ingresos por venta de licencias), pero creo que piratearlo será más fácil que nunca para los usuarios finales. O quizás me equivoco y Microsoft se saca de debajo del sombrero un sistema de activación que sea difícil de romper, y a la vez presente poca fricción, pero eso es poco probable, y hasta ahora no hemos visto nada que apunte hacia allá.
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