A diferencia de lo que ocurrió con Windows 8, versión con la que los de Redmond parecieron adoptar una postura unilateral sobre su diseño, Microsoft empezará a compartir detalles de Windows 10 con sus clientes desde el principio. Entre ellos con los clientes empresariales, a quienes pretenden recuperar tras el aparente rechazo del sector a la pantalla de inicio y el entorno Modern UI.
Microsoft asegura que "Windows 10 ha sido diseñado con el consumidor empresarial en mente". Con tales palabras dejan claras sus intenciones. No sólo se trata de construir un sistema más familiar desde el punto de vista de la experiencia de usuario, sino también de dotarlo de la seguridad y medidas de protección y gestión que requieren los entornos de negocios. El objetivo es fomentar cuanto antes la adopción de Windows 10 y el abandono de las versiones anteriores del sistema.
Windows 10 será el lugar donde converjan las diferentes plataformas que hasta ahora existían en el seno de Microsoft. Una plataforma universal de aplicaciones, un modelo de seguridad y una aproximación común a su mantenimiento. Sea cuál sea el tipo de dispositivo o el tamaño de pantalla desde el que se ejecute, Windows 10 tratará de proporcionar una misma experiencia en todos los ámbitos del mercado empresarial.
La nueva versión del sistema operativo traerá además consigo mayores avances en seguridad y nuevas herramientas para comprobar la compatibilidad de aplicaciones y facilitar el despliegue del nuevo sistema en los equipos de la empresa. Estás podrán elegir entre un ritmo alto de actualizaciones o uno menor reservado para sus máquinas más sensibles, siendo posible, a su vez, establecer unos grupos u otros según el ritmo al que deseen ser actualizados. Actualizaciones que, por cierto, serán más rápidas que nunca y tendrán periodicidad mensual.
Pero la orientación hacia el mercado empresarial de Windows 10 no termina en cómo sea su despliegue o sus actualizaciones. Microsoft además está preparando una nueva tienda unificada de aplicaciones que facilitará la compra de apps y su personalización específica de la tienda por parte de cada empresa u organización. La idea parece ser que los empleados y miembros de éstas tengan acceso solo a las aplicaciones requeridas, proporcionando mayor control a la dirección y asegurando una experiencia apropiada en todos los puestos y equipos.
En Microsoft están convencidos de que sus novedades van a ser bien recibidas y creen que "Windows 10 va a ser su mejor plataforma para las organizaciones y sus empleados". Por eso el énfasis en la empresa y el inicio tan temprano de las pruebas públicas del sistema con la Technical Preview. Sin perder de vista al mercado de consumo, todo parece indicar que Windows vuelve a tratar de destacar en ese factor productivo por el que siempre ha sido tenido en cuenta.
Vía | Microsoft
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