Windows 11 está ya entre nosotros, aún en fase de pruebas, y poco a poco vamos conociendo ala última versión del sistema operativo para ordenadores de Microsoft, está entre nosotros desde hace algunas semanas. Los equipos que pueden instalarlo son limitados, por unos requisitos exigentes, pero se puede mejorar el rendimiento en aquellos que vaya más justo con sólo desactivar dos opciones básicas.
Se trata de desactivar tanto las animaciones en Windows 11 como las transparencias, de forma que los ordenadores que tengan un hardware menos potente, dejen libre para de la memoria RAM que emplea en estas tareas menores para otras que sí resultan más importantes.
Ideal cuando no sobran especificaciones
Estas mejoras son muy visuales, todo hay que decirlo, pero en equipos que van más apurados, cualquier ahorro es bienvenido, máxime cuando como en este caso, los cambios no interfieren en nuestro uso diario.
Pasos para desactivar las animaciones y las transparencias en Windows 11 basta con acceder al menú "Configuración" y en la zona de la izquierda de la pantalla, buscar el apartado "Accesibilidad" en la columna de opciones.
Al pulsar en "Accesibilidad" se despliegan en la derecha una serie de opciones de entre las que elegimos "Efectos visuales", la segunda en el listado.
En "Efectos visuales" veremos en dos campos tanto los "Efectos de animación" como los "Efectos de transparencia". Basta con pulsar en el click de cada uno de ellos para desactivarlos.
Sólo al desactivar "Efectos de transparencia" veremos el cambio, pues la ventana pasa ese atractivo efecto blur para pasar a contar con un color sólido. La ausencia de las animaciones las veremos en el resto de interacciones con Windows 11.
Estos efectos y animaciones de Windows 11 son muy visuales y otorgan bastante atractivo al sistema operativo, pero pueden perjudicar el rendimiento del sistema si contamos con un hardware no muy potente.
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