Windows 8 ha traído profundos cambios de cómo hacer las cosas que llevábamos, al menos, cuatro versiones haciendo de la misma forma.
Una de ellas, era controlar y liberar potencia de cálculo y memoria RAM, cerrando las aplicaciones que no utilizamos; y accediendo al administrador de tareas a matar aquel proceso o programa que se resistía a ser finalizado.
Cerrando de verdad las aplicaciones en Windows 8.1
La llegada del nuevo sistema operativo táctil, también ha significado la actualización de la gestión de las aplicaciones en el sistema. Y, para los usuarios más avanzados, ha sido toda una sorpresa el que las aplicaciones se queden en un estado “congelado” durante un largo periodo de tiempo, antes de ser removidas de la memoria; una vez cerrada la aplicación en el ModernUI.
Ciertamente ver programas que hemos cerrado, seguir “vivos” y consumiendo memoria (aunque realmente no sea así), es bastante inquietante cuando voy con un equipo un poquito cortito, o si tengo ese punto de maniático por el orden que caracteriza a los usuarios más avanzados.
Tal vez por ello en la 8.1 Preview – recuerda que es una beta – han habilitado, por fin, el poder cerrar una aplicación realmente. Descargándola del sistema inmediatamente, y saltándose el ciclo de hibernación y cierre.
Para ello, en Modern UI, seguimos cerrando la ejecución del programa de la misma forma que anteriormente; pulsando y manteniendo en el borde superior de la página de la aplicación, y arrastrándola al borde inferior.
Pero, y he aquí la diferencia, en vez de seguir arrastrando hasta que la miniatura desaparezca por el borde inferior, mantengo el dedo (o el ratón con el botón izquierdo pulsado) en dicho borde inferior, hasta que veamos como el tile se gira.
Si continuamos, entonces, con el movimiento de arrastre y superamos el borde inferior, cerraremos definitivamente la aplicación.
Pero más vale un vídeo corto que mil palabras.
Ver 11 comentarios