Desde la presentación, sabíamos que Windows Phone 8 iba a tener algunas características compartidas con el Windows de escritorio. Una de ellas será el _Secure Boot_ que en el caso de Windows 8 levantó polémica porque podría impedir la instalación de otros sistemas en los ordenadores con UEFI. Por lo que parece, Windows Phone 8 va a seguir por el mismo camino.
_Secure Boot_ funciona verificando la firma digital de los componentes que se cargan al encender el teléfono. Si no está firmado por Microsoft, el teléfono no se iniciará. ¿Las consecuencias? Que no se podrán ejecutar ROMs personalizadas en los terminales.
Y a diferencia de lo que ocurre con Windows 8, tiene pinta de que el UEFI va a ser +prácticamente imposible de desactivar*: estará incluido en el hardware del teléfono y las entidades de confianza para las firmas serán las mínimas necesarias para que el teléfono funcione con la ROM de fábrica.
Quizás sea posible saltarse la protección a través de algún _bug_ en el cargador de arranque, pero no creo que haya muchos más puntos débiles en el teléfono para cargar un sistema operativo no oficial. Y dudo que algún fabricante decida desbloquear el cargador de arranque en sus teléfonos, como sí han hecho algunos en Android.
Esta decisión me parece muy poco acertada. Sí, los usuarios no se van a dar cuenta del cambio (el ecosistema de ROMs no es ni de lejos tan activo como el de Android), pero es que esa no es la cuestión. El problema es que es nuestro teléfono, y tendríamos que ser capaces de cambiar el sistema como cambiamos el sistema en un ordenador (teniendo en cuenta las limitaciones del móvil, claro está). Ni el fabricante ni Microsoft deberían poder decidir lo que podemos hacer con nuestro teléfono.
Vía | WPCentral
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