Windows 8 llega al 3,3% de cuota de mercado y Windows Phone sobrepasa a Blackberry

Les cuento un poco sobre mi experiencia de los últimos meses utilizando el ecosistema Windows 8/Windows Phone:

Yo soy un profesional dedicado a proyectos informáticos/tecnológicos; soy desarrollador en diversos lenguajes (C++, PHP, Phyton, Javascript, entre otros), en una empresa en que nos dedicamos tanto a aplicaciones web como de escritorio, multiplataforma (Linux y Windows, principalmente).

Para empezar, recordar que Windows 8 es mucho más que su nueva Modern UI (que tanta polémica genera, como la mayoría de las cosas que rompen con esquemas establecidos por años).

Me gusta pensar que un Sistema Operativo a nivel de usuario promedio es una oportunidad para utilizar, de la mejor forma posible, los recursos que nos entrega la tecnología para nuestro beneficio; educación, comunicación, opinión, información, entretención, entre muchos otros.

A nivel profesional, un Sistema Operativo lo veo como una herramienta sobre la cual utilizo muchas otras, que en conjunto me permiten diseñar y elaborar tecnologías que permitan ayudar a empresas, organismos y usuarios en general a realizar de mejor forma sus obligaciones y necesidades diarias de diverso tipo.

Bajo estas premisas, puedo contarles que Microsoft me ha dado muchas gratas sorpresas en los últimos meses. Yo hasta hace un tiempo utilizaba Linux como sistema operativo principal y utilizaba un iPhone como mi Smartphone (por estabilidad y estética lo prefería antes que algún terminal Android), al mismo tiempo que utilizaba aplicaciones de diversos fabricantes para mantenerme sincronizado y manejar la información personal y con mis compañeros de trabajo (notas de trabajo, apuntes, agenda, etc).

Luego, renové mi iPhone por un Nokia Lumia 800, ya que me gusta mantener mi mente abierta y probar nuevas propuestas tecnológicas. Con este terminal, aparte de su reconocida gran calidad en cuanto a diseño y hardware, me di cuenta que Microsoft había hecho un gran trabajo, una gran propuesta. Obviamente, tenía en mis manos un sistema operativo muy joven, con muchas cosas por mejorar, pero que me entregaba nuevos aires; una nueva forma de utilizar las comunicaciones y la información a nivel de telefonía móvil, con una estética y fluidez que ya quisieran la competencia.

Es cierto que si tomas un smartphone promedio y le instalas diversas aplicaciones, logras lo que yo tenía anteriormente con mi iPhone, es decir, tener a mano Facebook, Twitter, notas personales, correo, etc. A lo que apunto con esto, es que hasta este momento ningún sistema operativo había tomado esta idea, integrándola directamente en sus entrañas logrando entregar una experiencia de usuario fluida donde pasar de revisar noticias y comentarios en Facebook a Twitter, leer un correo, enviar mensajes de texto o compartir información fuese tan amigable y te entregue la sensación que se trata de un todo. Yo entiendo que para muchas personas los cambios son complejos, como lo de utilizar esta nueva interfaz. Sin embargo, para quienes nos damos el tiempo y nos predisponemos para probar nuevas experiencias, les aseguro que el cambio no es tan dramático.

Y luego vino Windows 8, que lo instalé solamente por la buena experiencia que me entrego Windows Phone (aún utilizo Linux en máquinas virtuales en mi PC, según sea mi necesidad). Quise probar la integración entre ambos sistemas operativos y me lleve una sorpresa aún mayor.

Ahora me logueo con mi cuenta Microsoft y tengo sincronizados mis contactos y diversas cuentas(puedo agregar contactos desde mi móvil para posteriormente enviarles correos o compartirles información desde la Modern UI desde cualquiera de mis equipos de escritorio), con lo que puedo revisar noticias tecnológicas y comentarios relacionados con mi trabajo en Facebook, Twitter agrupándolos en la misma pantalla(combinando escritorio y Modern UI en la misma pantalla, por ejemplo), compartir información de trabajo utilizando OneNote (que lo uso también desde Modern UI, ya que me entrega un rápido acceso y edición), archivos de Office vía Skydrive(compartiéndolos para su edición y corrección), utilizo las herramientas de office que entrega en forma online (editor de texto, Excel, entre otros). También utilizo el correo desde Modern UI para compartir información relacionada a mi trabajo que encuentro por Twitter o Facebook, ya que me permite enviarlos rápidamente y sin problemas. Y todo lo anterior en forma indistinta desde mi teléfono móvil como desde mi PC de mi trabajo, además del PC de mi hogar. Es decir, tengo todo un ambiente sincronizado que me permite optimizar mi trabajo esté donde esté.

Por otra parte, desde Modern UI tengo la posibilidad de descargar una que otra aplicación curiosa o entretenida en forma segura (sin virus) y además gratis desde la Tienda para mis tiempos de ocio. También lo utilizo para chatear por Line o Skype cuando quiero disfrutar de una interfaz más entretenida y novedosa abandonando el escritorio que utilizo para codificar en mi trabajo. Y cabe destacar que en mi computador portátil utilizo pantalla táctil en combinación con teclado y touchpad, también utilizo Modern UI con mouse y teclado sin problemas desde mi PC de mi trabajo.

Y todo ello sin contar con mejoras que incluye el sistema operativo mismo, como el montaje nativo de archivos ISO (imágenes de discos grabados), manejo de archivos comprimidos ZIP tal como si fueran una carpeta más del sistema, mejora en el manejo de copia y mover archivos (es posible ponerle pausa), mayor rapidez en general del sistema, incorporación de la cinta de herramientas en los menús del explorador de archivos (permite ordenar las acciones de acuerdo a su naturaleza; imágenes, sonidos, archivos comprimidos, etc). Como también muchos otros pequeños detalles que van haciendo que el conjunto gane mucho en usabilidad y acceso rápido a funciones prácticas (como los accesos al panel de control, acceso a multimedia, conectar a unidad de red desde la cinta de herramientas del explorador de archivos).

Mención aparte la merece Internet Explorer 10, que si bien en realidad no forma parte del sistema operativo, funciona de forma impresionante si lo comparamos con los anteriores e incluso ha desplazado en mi PC a Chrome, cuando requiero de un navegador rápido para consultar algún tipo de información por la web (nótese que aún utilizo Firefox y Chrome para el desarrollo de mi trabajo).
¿Lo negativo? Falta de personalización que me permitía mi escritorio en Linux y en general, todo lo propio de un sistema e interfaz nueva; errores varios que sin embargo, afortunadamente se han ido corrigiendo muy rápido. Obviamente que el poder de una consola Linux aún no lo puedo encontrar en Windows, pero para eso existen máquinas virtuales, pero ya que no me dedico a trabajar en forma intensiva en esas tareas, tampoco lo extraño ni requiero mucho.

Resumiendo, para mi la nueva política de Microsoft pasa por la integración de sus productos y servicios, junto a la integración de las necesidades propias de cada usuario, otorgando un todo que funciona y atrae, alejándose de los típicos pantallazos de error (créanme que sus sistemas se sienten realmente sólidos al utilizarlos, con animaciones fluidas que le agregan ese toque extra que llama la atención sin sacrificar la estabilidad del sistema); Office, Skydrive, Skype, todo en sistemas que están unidos y sincronizados: Windows Phone, Windows 8, incluso Xbox…

Con todo esto, puedo decir que en mi caso existe una gran diferencia entre usar Windows 7 y Windows 8 y sus “derivados”… Microsoft se está volviendo a ganar mi confianza a pasos agigantados con productos dinámicos, con visión innovadora y consecuente a los tiempos en que vivimos hoy.

Es que se hace duro. LLevamos muchos años con el modelo Win95. Recuerdo lo mucho que me costó ya por entonces dar el salto de DOS a Win3.x, lo reticente a moverme y localizar archivos a golpe de ratón. Luego, acostumbrado a ir al directorio y click, me plantan el dichoso botón inicio, y para quitar un programa no lo puedo borrar sin más, sino que lo debo desinstalar. De hecho, aun hay algunos hoy día que para quitar un programa se fusilan la carpeta de turno, y la que lían es buena xD

Los cambios cuestan, y se ven aun más distintos desde los 20, que desde los 40, que desde los 60.

Pero esto es así. Tocaba ya 64 bits "full-equipe". Tocaba ya requiem al DOS y al 16bit. ¿Quién se acuerda de las disqueteras, de las ZIP, de los CDs ...? Tocaba ya evolucionar también en los dispositivos básicos de entrada, y reemplazar al sustituto de nuestro dedo (el ratón) por el propio dedo. Más rápido, más intuitivo, más natural.

Nos toca estudiar y aprender ... de nuevo ;)

Pues quizás tengas razón respecto de los dispositivos de entrada, pero hoy por hoy lo que tenemos es ratón y teclado, y excepcionalmente tabletas como la Wacom que comentas. De todas formas lo que yo comento no entra en contradicción con lo que tu dices. Para equipos de escritorio convencionales la interfaz Metro no es práctica. Por otro lado, está bien mirar al futuro, pero si te adelantas te equivocas estrepitosamente, ya sea el software o el hardware el que vaya por delante.

Solo cuando todo evolucione en un alto porcentaje a lo puramente táctil se hará necesario un SO eminentemente orientado en este sentido(y eso es W8 y las apliaciones Modern UI). Pero mientras el 99% del software sea convencional un SO orientado a lo táctil no tiene demasiado sentido. Y, sí, podemos seguir usando la interfaz tradicional, y por eso el personal no migra de 7 a 8, porque, para colmo, te quitan de raiz el menú de inicio (aunque reinstalable) y tu forma hahitual de trabajar.

W8 quiere crear una tendencia, o cambiar la que tenemos, una nueva filosofía de trabajo y forma de utilizar nuestros equipos. Está claro que esa filosofía funciona bien esencialmente en tabletas, smartphones y equipos táctiles en general, pero es más que evidente (basta con mirar los datos) que para el uso convencional habitual este cambio no aporta gran cosa.

Yo también uso una Intuos3 con PS, aunque para el resto me basta y me sobra el ratón, y no estoy de acuerdo contigo en que no es ergonómico. Mi ratón tiene 8 botones y 11 posibles pulsaciones, y se adapta perfectamente a la mano (ergonomía). Tengo un compañero de trabajo que hace todo con la Intuos, pero es cuestión de acostumbrarse, yo no se vivir sin mi ratón, su rueda y sus botones con funciones prestablecidas expresamente por mi.

Estoy de acuerdo contigo en que más pronto que tarde el ratón pasará a mejor vida, y parece claro que el control táctil será el sustituto, ya sea en forma de tableta (tipo wacom avanzada) o toqueteando directamente, pero aunque estamos en el camino ese día aún no ha llegado.

El ratón es antiguo, sí, lleva mucho con nosotros, pero hasta la fecha dudo que haya en el mercado nada que sea capaz de sustituirlo 100%.

;)

Windows Vista llegó a tener cerca de un 25% de cuota de mercado....

A eso la gente le llama "fracaso".

Todos los sistemas operativos de Apple juntos (que son más de 10) no llegan a un 6% de cuota de mercado...

Para que te hagas una idea.

Se vendieron 260 millones de ordenadores con Windows Vista en 3 años y la gente lo llamó "fracaso"

Se han vendido 140 millones de iPads en 3 años. Y la gente dice que es un "éxito".

Claramente hay mucha gente que no tiene ni puta idea.

El "fracaso" de Vista no fue en ventas, sino en problemas. Es cierto que con el sp1 mejoró bastante, pero se ganó tan mala fama (merecida en mi opinión) en sus inicios, que llegó a eclipsar al desastroso Millenium. Además, se estaba peleando con nada menos que con XP, que creo que entonces andaba ya por SP2 si mal no recuerdo. Un sistema asentado, robusto y eficiente. XP, un sistema que también sufrió varapalo popular post-parto, porque también pugnaba con el famoso Win98 S.E., ya que WinME resultó un niño probeta prematuro mal parido con severas "malformaciones genéticas" que lo abocaron al olvido. Y podríamos seguir hacia atrás con idéntico resultado.

Es la historia de siempre. Pero el caso de Vista fue quizás más llamativo por el amplio descrédito que se le dió vía internet, sobre todo a cuenta de sus múltiples problemas en cuanto a controladores y aplicaciones, cuelgues expontáneos, y variopintos misterios digitales, algunos aun hoy sin resolver.