En un pequeño local una, lo que en el futuro se llamaría Startup, iniciaba su andadura. Almacenando y compartiendo los archivos en un ordenador personal que hacía las veces de unidad central.
El crecimiento exponencial del negocio, empujó al sencillo servidor de ficheros a convertirse en un cuarto de sistemas, primero, y en un verdadero CPD más adelante. Integrando decenas de equipos dedicados al almacenamiento, las comunicaciones y la seguridad.
Y en esto que llegó Internet.
Alquilar el excedente se convierte en el negocio principal
El negocio de la ahora compañía de ámbito nacional, con múltiples sucursales por todo el país, saltó de forma natural a este nuevo mercado – y sus oportunidades –, evolucionando en una compañía transnacional repartida por el globo terráqueo.
Las necesidades de ofrecer sus servicios a millones de clientes cada día, incrementó a un nuevo nivel los requisitos de computación y transmisión de información en sus múltiples y cada vez más grandes centros de datos. Ocupando grandes edificios, en diversas localizaciones geográficas, y con instalaciones construidas para poder soportar los más variados desastres naturales.
Y entonces alguien se dio cuenta que una parte muy importante, tanto del almacenamiento como de la potencia de cálculo, estaba sin utilizar. Y se le ocurrió que se podía ofrecer estos servicios en forma de suscripción de pago por uso.
Y así nació el Cloud Computing.
Dividiendo la Cloud por sus características
Cloud Computing es, resumiéndolo mucho, un viejo paradigma traído a nuestros tiempos y reinventado: utilizar de forma compartida los recursos que ofrece un potente servidor central.
Con la diferencia, de que se ha abstraído el hardware sobre el que se realizan las operaciones, funcionando en un ambiente puramente virtual. Es decir, han perdido toda importancia las capacidades físicas de los ordenadores que corren nuestros servicios; ni tan siquiera importa en donde estén situados físicamente. La potencia y la capacidad de almacenamiento son virtualmente infinitos, y solo dependen del tamaño de nuestra billetera.
Pero los tipos de servicios son tantos y tan diferentes que se ha realizado una primera gran división del Cloud Computing: * IaaS. Infraestructura como Servicio. Esta es la forma más cercana al hardware físico de la Nube. Aquí lo que vamos a virtualizar son los servidores – microprocesadores, memoria RAM, tamaño de los discos duros, etc. * PaaS. Plataforma como Servicio. Abstraemos la capa anterior, y consumimos servicios de una plataforma pre establecida – por ejemplo en Azure es un Windows 2012 + SQL 2008 + IIS – sobre la que montamos nuestros desarrollos y productos. * SaaS. Software como Servicio. El nivel más conocido y más utilizado por la generalidad de los usuarios, en donde el uso de las aplicaciones se realiza en un modelo Cloud. Todos aquellos que tenemos una cuenta gmail, un almacenamiento SkyDrive, somos propietarios de un Smartphone, o estamos suscritos a un grupo de Yahoo, tenemos experiencia directa del Software como Servicio, en una plataforma Cloud.
Windows Azure la Cloud computing de Microsoft
La decana, y empresa con más usuarios en la Nube es Amazon. Hicieron bueno el dicho de “quien golpea primera, golpea dos veces” y su oferta de IaaS es, sin ninguna duda, la más utilizada a lo largo de la ciberesfera.
Actualmente sus servicios de Amazon web services, más centrados en PaaS, son lo que la compañía está promocionando con más fuerza, en pleno combate con Google y Azure, para atraer a unos actores de vital importancia en el futuro del mercado: los programadores de aplicaciones.
Windows Azure, ha llegado más tarde y muy centrado inicialmente en convertirse en la Plataforma como Servicio estándar para los desarrolladores de aplicaciones.
Así, demostrando una evolución incomparable, en apenas dos años se ha convertido en el entorno que soporta más lenguajes y tecnologías de programación: C#, VB.NET, F#, php, phyton, java, ruby, etc.
Además de que también ha entrado con fuerza, en los últimos meses, en diversos servicios como son los de infraestructura, transmisiones multimedia, dispositivos móviles, redes y comunicaciones, seguridad e identificación, o big data.
Y de los que os hablaré con más detalle en la siguiente entrega de este artículo, en unos pocos días.
En XatakaWindows | Hablando de Azure
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