La Toshiba Encore es la segunda tablet pequeña con Windows 8.1 del mercado. Se presentó en sociedad ayer en la IFA 2013, y pudimos estar unos minutos probándola para traeros nuestras primeras impresiones.
Este tipo de tabletas están destinadas a ser el acompañante de un portátil, para ocio y alguna tarea rápida. La idea principal es que sean muy manejables y rápidas. Veamos si la Toshiba Encore cumple estas premisas.
Lo cierto es que la tablet es muy cómoda de tener en la mano. No quedaría nada mal si fuese más fina (1 centímetro de grosor no es precisamente un récord). En cuanto al peso, es bastante ligera pero tampoco es el aspecto más destacable.
La pantalla de 8 pulgadas da una calidad buena, y es cómoda de usar tanto en horizontal como en vertical. El único problema es la resolución. Al ser relativamente alta, la interfaz de Windows 8.1 _se queda pequeña_: alguien que no tenga la vista perfecta tendrá dificultades para leer las fuentes de menor tamaño. Además, el teclado en pantalla queda muy pequeño y escribir algo sin fallar no es precisamente fácil.
El rendimiento no es malo, aunque ha habido momentos en los que le ha costado responder. Puede que sea problema de ser un prototipo (tiene Windows 8.1, que todavía no ha salido al público). Habrá que probarla cuando salga con más tranquilidad para ver si el rendimiento mejora.
Donde la Toshiba Encore falla bastante es en el apartado de diseño y materiales. Toshiba nunca se ha destacado por tener un gran diseño, y esta tablet no es una excepción. La parte trasera es de plástico, y el borde del frontal queda muy, muy raro.
El último aspecto que vamos a comentar es el sentido que tiene Windows 8 en una tablet pequeña. Desde luego, cumple sus funciones de ser un dispositivo para tareas rápidas. Tenemos toda la información en la pantalla de inicio, es rápido y la sincronización de pestañas abiertas de Internet Explorer puede resultar muy útil. Ahora bien, ¿tiene sentido meter un Windows completo en esta tablet?
Desde mi punto de vista, no. Aquí encaja mejor RT, donde el hecho de no tener aplicaciones tradicionales no es un problema (con Office basta) y ganaríamos mucho con el menor consumo de los ARM. La única ventaja que le veo es poder conectarlo a un ratón, teclado y monitor para trabajar como si fuese un PC normal, pero siendo un Intel Atom tampoco podremos hacer trabajos muy intensivos.
En definitiva, la Toshiba Encore es una tablet decente, con prestaciones suficientes para ser un dispositivo enfocado a la movilidad. Sin embargo, tiene detalles mejorables, especialmente en diseño y, como decía, el sinsentido que en mi opinión es meter Windows 8.1 completo a una tablet pequeña.
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