Microsoft se queda solo vendiendo tablets con Windows RT. Dell retiraba ayer su XPS 10, así que el único producto que queda con esta versión del sistema el Surface RT.
Podemos intuir rápidamente las razones por las que Dell se ha retirado: pocas ventas. La gente no quiere Windows RT. Pero, ¿por qué? ¿Qué le pasa a este sistema para que no resulte atractivo a los usuarios?
Llegando tarde y al formato equivocado
Microsoft ha llegado tarde al mundo de las tablets (no tanto como al de los móviles, pero tarde al fin y al cabo), y ha cometido el error que han cometido el resto de fabricantes: usar el formato equivocado. El formato de tablets grandes (10 pulgadas).
Pero, ¿por qué Windows RT fracasa y Android/iPad no? Fácil. Cuando los dos últimos llegaron, el concepto tablet era nuevo. Entre el marketing y la curiosidad por probar algo que, reconozcámoslo, podía llegar a ser útil en cierto casos, muchos usuarios compraron este tipo de tablets.
Sin embargo, esos dispositivos se quedaban en tierra de nadie. No son lo suficientemente pequeños o ligeros como para que puedas llevártelas siempre contigo, y al tener un SO de móvil no te permiten trabajar con los programas a los que estás acostumbrado. Estoy seguro que no soy el único al que un familiar/amigo le ha venido con un tablet preguntando "¿Cómo instalo Office en esto?".
Microsoft ha llegado con Windows RT cuando los consumidores se han curado de espanto. Ya no son sólo los problemas intrínsecos de RT (que los tiene), es que este nicho de mercado, el de tablets grandes y con sistemas limitados, ya no tiene atractivo para los usuarios.
Y esto no es algo que me haya inventado yo. Aunque no he logrado encontrar cifras ni gráficos concretos, en la mayoría de análisis de los últimos cuatrimestres se destaca que las tablets más pequeñas (por debajo de 8 pulgadas) están vendiéndose más que las tablets grandes.
Un sistema operativo limitado, un ecosistema de aplicaciones más pequeño que el de sus competidores, con una mala estrategia de distribución y venta y enfocado al factor de forma que está perdiendo más fuerza en el mercado. En resumen, una buena receta para el desastre.
¿Y Windows 8 Pro?
Hay otro problema. Está Windows 8 Pro. Como Windows RT, con la misma interfaz, pero además capaz de ejecutar aplicaciones completas. La única desventaja, que no viene con Office integrado.
Windows RT existía para ser ejecutado en procesadores ARM, que consumen y se calientan menos. Perfecto para tablets con mejor batería y más ligeras y delgadas. Pero ahora existe Intel Bay Trail, que ofrece ventajas parecidas con la misma arquitectura Intel de toda la vida.
Entonces, ¿para qué usar Windows RT? Incluso en las tablets más pequeñas, los fabricantes están escogiendo arquitectura Intel + Windows 8 Pro. Como comenté en la toma de contacto del Toshiba Encore, no tiene sentido meter Windows 8.1 completo a un tablet pequeño, porque usar aplicaciones de escritorio será bastante más incómodo y el ususario se acabará frustrando. Sin embargo, si nos fijamos en las posibilidades y potencia de cada uno de los sistemas, sí es cierto que es mejor tener Windows completo a tenerlo limitado. Los fabricantes lo ven así, y es probable que los usuarios también lo hagan.
¿Está condenado RT al fracaso?
Ahora mismo, yo diría que sí. No tenía por qué haber sido así: si desde el principio Microsoft lo hubiese centrado en tablets pequeñas y baratas, podría haber sido un complemento perfecto en todo el ecosistema Windows. Pero perdió su oportunidad, los fabricantes ya no lo apoyan y prefieren irse a Windows 8 Pro.
Surface Mini podría ser el producto que salve la cara de Microsoft con Windows RT. De hecho, si los de Redmond lo hacen bien (y lo venden bien, que también es importante), estoy seguro de que podría tener mucho éxito. Pero eso no quita el hecho de que fabricantes ya no parecen apoyar este sistema.
Queda también la cada vez más real tablet de Nokia con Windows RT. Pero si las especificaciones y precio que se filtraron son reales y no hay ninguna sorpresa más, estaríamos ante una tablet cara sin muchas características que la diferencien de opciones como Surface RT. Y ya sabemos cómo han acabado las ventas de esa tablet.
Quizás la única salvación de RT sea el hecho de que los usuarios comunes no lo conocen todavía (o, por lo menos, no saben que es una versión distinta al Windows normal), así que en ese sentido no hay un gran prejuicio contra el que haya que luchar. Aun así, sin apoyo de los fabricantes, Windows RT está abocado al fracaso.
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