Ayer Microsoft presentaba la renovación de su tablet, Surface Pro 3, y hoy hemos podido tener un primer contacto con ella en Madrid. Esta nueva versión hace de Surface una opción todavía mejor que antes para ser nuestro único dispositivo (o casi), el perfecto híbrido tablet/portátil.
Lo primero que llama la atención es que el aspecto de Surface Pro 3 no es tan distinto al de sus predecesores. El chasis sigue siendo el característico VaporMg con las ranuras de ventilación en los bordes y el logo de Surface en el Kickstand. En el frontal sólo se añaden los dos altavoces Dolby (muy sutiles) y el botón de inicio, que pasa a estar en un lateral.
En cuanto al tamaño, a pesar de ganar dos pulgadas de pantalla, Surface Pro 3 no parece mucho más grande. Microsoft ha cambiado el formato (de 16:10 a 3:2) y ha reducido los bordes, de tal forma que aprovechan mejor el espacio disponible. Sorprende, eso sí, al tenerla en las manos: la sensación de ligereza contrasta mucho con la apariencia pesada de la tablet. Por desgracia, todavía pesa demasiado como para tenerla mucho rato en las manos — o al menos esa impresión nos ha dado.
También destaca mucho la reducción de grosor. 9,1 milímetros es todo un logro teniendo en cuenta el procesador que lleva, un Intel Core que se calienta mucho más que otros modelos ARM. En este caso apenas hemos notado un aumento de temperatura del tablet durante la demo, aunque también es cierto que no hemos podido usar aplicaciones realmente intensivas.
Surface Pro 3 y sus nuevos métodos de entrada
Si uno de los cambios principales de Surface Pro 3 es el tamaño, el otro es la mejora de métodos de entrada con el bolígrafo y el nuevo Type Cover. El bolígrafo pretende ser eso mismo: un boli, ni un _stylus_, ni un _pen_ ni nada. La idea es que la sensación sea lo más natural posible, y por lo que hemos podido probar lo consigue bastante bien.
El bolígrafo es sensible a presión, muy preciso y con un peso y tacto muy agradables para escribir. Precisamente para emular más esa sensación natural se han deshecho del conector magnético para sujetarlo a la tablet. En su lugar tenemos un clip tradicional, de tal forma que podemos engancharlo al Type Cover o meterlo en una pequeña cinta que podemos poner en cualquier parte del teclado.
Sin embargo, lo mejor de este bolígrafo es la integración con el _software_ de Surface. Con un sólo clic se abre una nueva nota en OneNote, incluso con la tablet bloqueada, para poder tomar notas como en una libreta de papel. Dos clics, y la nota se sube a la nube. Una de esas ideas extremadamente simples que pueden resultar al mismo tiempo extremadamente útiles. La respuesta es casi instantánea, aunque el prototipo de demostración no siempre se encendía.
A la Type Cover le sienta bien el aumento de tamaño de pantalla. El teclado en sí sigue teniendo el mismo tamaño apropiado para escribir: quien gana es el _trackpad_. Además de ser más grande, el material es distinto (mucho más agradable y cómodo) y con una respuesta mucho más rápida y controlable.
Conclusiones: el cambio no sólo está en la tablet
Surface Pro 3 es un paso adelante muy bueno. Microsoft ha respondido al _feedback_ de prensa y usuarios en cosas como el Kickstand, la pantalla y el _trackpad_, y sin dejar de aportar cosas nuevas, como el bolígrafo. Sin embargo, el mayor cambio que he notado viene del enfoque que le da Microsoft. En esta tercera versión, el mensaje es muy claro: Surface Pro 3 es el dispositivo que aúna tablet y portátil. Hasta ahora, Surface Pro era "la tablet con cosas de portátil". Ahora es el sustituto para ambos, el único dispositivo que vas a necesitar.
Nos falta un análisis más detallado para ver batería, temperatura, rendimiento, efectividad del teclado y, sobre todo, para responder a la eterna pregunta de si Surface Pro puede sustituir al tablet y al portátil a la vez. La respuesta preliminar que yo daría es que sí puede ser ese sustituto casi perfecto. ¿Qué opináis vosotros?
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