Desde el 2011 Google está apostando por una nueva fórmula de portátiles llamados Chromebook, que ofrecen una versión reducida de un sistema operativo Linux, orientado a un uso preferentemente online a través de las capacidades avanzadas que ofrece su navegador web Chrome.
El escepticismo original se ha transformado en sorpresa al ser adquiridos de forma muy numerosa en el mercado educativo norteamericano, sustituyendo a los portátiles wintel de bajo costo, a las tabletas iPad y a las tabletas Android.
Pero la pregunta que intento responder en este análisis es ¿tiene futuro el concepto de Chromebook?¿Y cómo les afecta la respuesta de diversos fabricantes con los nuevos netbooks basados en Windows e Intel Atom de última generación?
Ventajas Chromebook
La principal ventaja, es que es un sistema rápido en el arranque, con necesidades de hardware bastante contenidas lo cual conlleva una larga duración de la batería y un coste que puede ser moderado; partiendo de los 200€ hasta llegar a verdaderos ultrabook de cuidado diseño y precio elevado.
También la seguridad es un valor añadido, ya que funciona en modo sandbox. Es decir, desde el navegador Chrome o las app del sistema, no se tiene acceso directo al sistema operativo. El software corre en una especie de caja cerrada que le impide tomar el control de la máquina. Otra ventaja es que se integra con el ecosistema completo de Google y todas las herramientas de productividad que tanto utilizamos tales como Gmail, GDrive, Gmaps, G+. O las app que se distribuyen a través de GooglePlay.
Incluso en un futuro al parecer cada vez más cercano, la llegada de App Runtime for Chrome abre la puerta a correr aplicaciones de Android, lo cual puede marcar una gran diferencia con cualquier sistema operativo actual al poder poner en un portátil aplicaciones tan emblemáticas y útiles en el mundo móvil como es WhatsApp o similares.
Desventajas del Chromebook
La principal, y que comparte con el iPad, es que obliga al usuario a dejar en manos del fabricante (en este caso de Google) la potestad de decidir el qué puedo ejecutar en la máquina que he comprado.
En pos de la seguridad y calidad de la experiencia de usuario, se restringe severamente las posibilidades de uso, siendo siempre dependiente de lo que Google permita distribuir a través de su GooglePlay.
Sin duda Apple supo encontrar el filón en sus tabletas restringidas a su ecosistema, pero es difícil que Google pueda asegurar la calidad de funcionamiento cuando la mayoría de las aplicaciones que no sean distribuidas por Google Play (toda aplicación web que se ejecute en el navegador) no tendrán ningún tipo de control.
Es más, la seguridad de ejecutar las aplicaciones dentro de un navegador es inherentemente (por la propia tecnología de la Web) menor que si se utiliza una aplicación de escritorio o nativa.
Por lo cual llego a la conclusión que gran parte de lo que gano en seguridad por un modo sandbox, lo puedo perder al enfrentarme a los innumerables exploit que surgen de forma continuada en todos los navegadores web de todos los sistemas operativos. Incluso sin ser necesario instalar nada en el ordenador del usuario, como sucede en los casos de pishing.
Y ya no hablemos las dudas que me produce el soporte del universo de aplicaciones Android, con su “fama” de inseguridad que solo es superada por el Internet Explorer.
Otro inconveniente es la incomodidad de imprimir. En muchos casos, por ejemplo con las de Canon, para poder utilizarla primero debo instalar un firmware en la impresora - con la reticencia que produce esta operación en los usuarios – para después darla de alta en un inventario personal en Google. Es decir, llegar a cualquier sitio, conectar el USB e imprimir… va a ser imposible en la mayoría de los casos.
El sistema de Google Print tiene el lado bueno de que podría imprimir desde cualquier sitio del mundo en mi impresora, pero el inconveniente de que el uso general es justamente al contrario. En estos tiempos de movilidad lo que necesito es poder imprimir allí a donde voy, y no estar limitado a las impresoras que he dado de alta en la Nube de Google.
Por último, la guerra que ha lanzado contra todo lo que huela a Microsoft, representa un gran hándicap para el uso de los Chromebooks en las empresas al ser difícil integrarse con sistemas de Directorio Activo (y las políticas de seguridad que se aplican), o en las herramientas BYOD que gestionan los equipos externos a la compañía.
Ventajas del Netbook
De los netbook hemos hablado bastante en XatakaWindows. Incluso en este artículo se hace un análisis de sus orígenes, de su presente y de su posible futuro.
Pero básicamente se trata de portátiles entre 11 y 15 pulgadas, con un microprocesador Intel Atom de, al menos, la serie Z en su interior, y que se mantienen (hasta el momento) por debajo de los 300€ - 200€.
Su principal ventaja es que llevan un Windows 8.x completo (olvidado el malparado RT) que es capaz de ejecutar cualquier aplicación que funcione en equipos más potentes. Además de poder utilizar nuestra impresora, ratón, teclado o unidad de DVD USB por más vieja que sea, o de conectarse al directorio activo de la empresa y acceder vía VPN mientras estamos plenamente integrados con la seguridad y control de los servidores, etc.
La ultramovilidad, sin llegar a los niveles de un Chromebook, también es en este caso una ventaja. Son dispositivos de bajo peso (similar a las tabletas), con una duración de la batería superior a las 6 horas y medidas muy contenidas que permiten llevarlo encima a todas partes. Otra ventaja es la integración nativa de Office. Aunque la suite ofimática está llegando a todas las plataformas del mercado actual en forma de aplicaciones nativas, de la fórmula por suscripción de Office 365 o por las versiones de Office en la Web.
Y, curiosamente, la gran baza de los netbooks Wintel es su apertura a todas las plataformas. Estos no te obligan a utilizar el ecosistema Microsoft con Office, OneDrive, etc. Puedes usar herramientas como las propuestas por Google, por Apple, u otras como OneDrive y las decenas de ofertas para cualquier actividad que se quiera realizar online y offline.
Defectos de los Netbooks
Su mayor virtud: Windows 8. Y su mayor debilidad es justamente la conjunción con un hardware contenido.
La gran apertura de modos y usos que permite el Sistema Operativo requiere que el usuario tenga conocimientos sobre lo que puede o no debe instalar, configurar o utilizar en su dispositivo.
Y más cuando las versiones más básicas de los netbooks tienen limitaciones importantes en capacidad de almacenamiento, memoria ram o potencia de cálculo. Lo que exacerbará los problemas de lentitud y sobrecarga que se puede llegar a tener en un Windows 8 mal utilizado.
Los problemas actuales de seguridad que un usuario puede tener con su portátil, seguirán existiendo si en el notebook se instalan doscientas barras de herramientas y se llena el sistema de “basura”.
Es decir, el mayor problema al que se va a enfrentar los netbooks en general y Microsoft en particular, es la posible frustración de las expectativas de los usuarios. Como sucedió con los primeros netbooks en la primera década del siglo XXI, al esperar los compradores las mismas capacidades en un hardware de bajo coste.
Algo parecido a lo que sucedió con las primeras tabletas Android baratas, que eran infumables y se devolvieron o se dejaron aparcadas en un rincón a millones.
La respuesta de Microsoft
Mientras más investigaba para elaborar este artículo, más me daba cuenta de que la comparación de un Chromebook con un Netbook es falaz.
Realmente son dispositivos que tienen nicho de mercado muy diferentes y sería más justo para el Chromebook ser enfrentado a Tabletas Android o el iPad, que comparten la filosofía de funcionamiento restringido al ecosistema del fabricante.
Pero, ¿entonces porque está respuesta contundente de Microsoft al “regalar” a los integradores las licencias de Windows for Bing, lo cual ha conseguido el apoyo por parte de los fabricantes que están sacando al mercado una miríada de netbooks?
Creo que el principal motivo ha sido la migración masiva a Chromebook en muchos colegios y universidades de estados norteamericanos, dejando fuera a equipos Wintel o de Apple. Y que indican de forma clara que hay un nicho de mercado que no estaba cubierto.
También hay que tener en cuenta que la guerra de Google contra Microsoft tiene como origen una batalla por la predominancia de los servicios web a medio plazo. En donde lo importante ya no será tanto el sistema operativo que utilicen los clientes, sino los servicios en una sociedad basada en la información ubicua (en Cloud), deslocalizada y permanentemente accesible.
Por lo cual para Microsoft los Chromebook cruzan una línea roja - traspasada anteriormente Apple con el iPad y iPhone - que propone un ecosistema excluyente orientado en Google Apps for Business, y que deja fuera los servicios de Microsoft.
Y que es la causa última de la respuesta del gigante de Redmond.
Conclusiones
Aunque no lo parezca a primera vista, no son máquinas que compitan entre ellas.
El tipo de cliente al que veo que aporta valor un Chromebook es aquel usuario que consume los servicios y aplicaciones del ecosistema Google, que su principal uso sean aplicaciones Google y la navegación por internet, que tenga requerimientos de seguridad y duración de la batería muy altos, que no le guste el formato tableta y que no le guste Windows.
Para tener lo mismo – con menos seguridad y menos batería, eso sí - añadiendo todo lo demás que se puede hacer con un equipo del mismo precio, solamente puedes optar por un netbook con Windows completo.
Lo único que me puede llevar adquirir un Chromebook es porque el usuario que lo va a utilizar va a caer en los errores de uso e instalación que un Netbook le va a permitir, pero entonces me iría a una tableta o a un híbrido con Android o iOS.
Y si soy un usuario normal, como los cientos de millones que utilizan sus Windows sin mayores problemas que se un poquito cuidadoso con su navegación, no hay más competencia frente a un netbook Wintel que otro equipo de más potencia.
En Xataka TV | Chromebook: ¿qué es, para quién y qué tipo de usos?
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