Windows 10 no es sólo un cambio en el menú de escritorio. Por debajo trae cambios y, sobre todo, la materialización de la idea de convergencia. En el simposio de Gartner ITxpo, Nadella ha insistido en esa idea, demostrando que tienen muy claro qué es lo que quieren hacer en Redmond.
Lo primero es que Windows funcionará en cualquier dispositivo, desde sensores conectados a Internet, hasta grandes servidores, pasando por los famosos _wearables_. Y sobre todo, estarán aportando valor con todo el ecosistema y no simplemente lanzando productos al azar. Un ejemplo interesante: llevar Windows a los dispositivos del Internet de las cosas, que esté integrado con un cerebro en Azure.
También planteaba otras ideas, como que la movilidad no es sólo estar en todos los dispositivos sino ofrecer las mismas experiencias en ellos. Es decir, un ecosistema abierto, en el que no necesites ser 100% Microsoft para disfrutarlo, como sí ocurre con Apple o incluso Google.
Nadella no ha dejado de lado otros temas como las complejas licencias de Microsoft para los diferentes tipos de clientes, o los puntos fuertes de Active Directory y Office 365. Sin embargo, lo más interesante es precisamente lo de Internet de las cosas.
El futuro no es (sólo) un reloj
Y es que mientras muchas empresas tecnológicas se apresuran a lanzar relojes inteligentes de cuestionable utilidad (porque todos queremos notificaciones en la muñeca, ¿verdad?), Microsoft va por otro camino, y en mi opinión el más acertado.
Microsoft sabe que la revolución no va a estar en los relojes, o al menos no sólo en ellos. No, la verdadera revolución va a venir en el Internet de las cosas, en tener todo conectado: coche, casa, televisión... Los relojes tendrán presencia, seguro, pero más como herramienta y no como un fin en sí mismo. De hecho, es en la dirección en la que iban los últimos rumores sobre la pulsera de Microsoft.
En Redmond ya llevan tiempo preparándose, y no sólo en sistemas operativos. Azure hace tiempo que dejo de ser una granja de servidores a lo AWS y ha pasado a ser un proveedor de servicios en la nube, entre los que se incluyen cosas tan interesantes como plataformas de aprendizaje automático. También están presentes en muchísimos hogares (ni Google ni Apple tienen tanto alcance en móvil, ordenador y televisión - Xbox - como Microsoft), y por supuesto tienen un dominio importante en empresas. Tienen todo preparado y una red bien extendida para entrar con fuerza.
Microsoft no está acabada. Sí, es posible que perdiese el tren de los tablets y móviles, pero el siguiente no sólo no lo van a perder sino que además saben perfectamente a dónde va. Y aunque no me atrevería a asegurarlo (no sabemos qué están haciendo Apple o Google ahora mismo) diría que van a lograr adelantar por la derecha a sus competidores.
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