En plena efervescencia del mercado con la Nintendo Wii, las otras dos grandes empresas del segmento quisieron responder a su manera pero tomando como referencia a los de Kyoto. Sony lo hizo con el PlayStation Move y Microsoft intentó repetir éxito con el Kinect.
Era el año 2010 y Microsoft lanzaba el Kinect, un accesorio para la Xbox 360 que permitía al usuario interactuar con la consola gracias al uso de gestos y comandos de voz que el Kinect se encargaba de captar. En principio un gran desarrollo que más tarde incluso vio llegar una versión propia para la Xbox One que levantó chispas en su lanzamiento. Y cómo suele decirse en fútbol, se trata de una gran promesa que al final no pasó de ahí.
Y es que tras siete años en el mercado, casi todos pasados con más pena que gloria, casi se puede confirmar el fin de Kinect, un final que su creador, Alex Kipman, habría confirmado al anunciar el cese de la producción del dispositivo.
Con unas ventas totales desde su inicio, de 35 millones de unidades, los desarrolladores nunca se han sentido atraídos por las posibilidades que sobre el papel ofrecía Kinect. Una idea que igualmente no atrajo al público, mucho menos cuando se vio obligado en un principio a comprarlo si quería poseer una Xbox One.
En Xbox One no comenzó con buen pie
Y eso que de entrada nos pusieron los dientes largos con algunos juegos más que atractivos como era el caso de "Ryse: Son of Rome" que en el E3 de 2011 nos hacía ver un control mejorado de forma notable con Kinect. Al final este título no usó Kinect pero sí que vimos juegos del estilo casual similares a los vistos en Wii mientras que otras propuestas no pasaron de ser decepcionantes o meramente anecdóticas (Kinect escuchaba nuestra voz en FIFA y nos aleccionaba ante cualquier palabra malsonante).
Una mala política de lanzamiento que hacía que compitiendo con la PS4 tuviera un sobrecoste de 100 euros/dólares sobre el precio de la consola de Sony. El siguiente paso reconociendo su error lo dio la misma Microsoft al retirar la conexión cada 24 horas de Xbox One y modificar su política de DRM
Y eso que lograron vender hasta 35 millones de unidades que al final no sirvieron de mucho
No obstante Kinect ha tenido usos experimentales fuera del circuito comercial y así hemos visto como ha ayudado con su uso dentro del campo medicinal o como permitía colaborar con la traducción en la lengua de signos gracias a la capacidad para reconocer gestos.
Un accesorio que escondía y esconde un gran potencial que se ha visto damnificado por la llegada de tecnologías basadas en la Realidad Mixta en la que en Microsoft tienen grandes esperanzas como demuestra el desarrollo del proyecto Microsoft Mixed Reality.
No obstante desde Microsoft sí que han sabido sacarle partido a Kinect o al menos al potencial que escondía y de hecho HoloLens logra detectar la profundidad gracias en parte a la base que ofrecía en Kinect al igual que muchas cámaras con Windows Hello usan el reconocimiento de personas de Kinect.
Así que si quieres un Kinect sólo podrás hacer con una unidad mientras desde Microsoft y los distribuidores cuenten con _stock_ de unidades. Una vez se agoten en las tiendas, no llegarán más a los estantes si bien desde Microsoft sí que afirman que seguirán ofreciendo soporte en forma de actualizaciones.
Lo que sí parece cierto es que desde Microsoft ya no quieren saber nada de Kinect y han decidido decir adiós a este accesorio dándole una carta de jubilación anticipada. De nada sirven éxitos (fue el dispositivo de consumo más vendido en 2011) o el potencial que atesora si no ha calado entre los usuarios en parte por el escaso apoyo de la empresa. Descansa en paz Kinect.
Fuente | Fast Co Design
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