Desde que en 1968, la tripulación del Apolo 8 nos maravillará con una visión de nuestro planeta amaneciendo en el horizonte lunar, las representaciones de nuestro globo terráqueo no dejan de mejorar en calidad, impacto y espectacularidad.
Sin embargo, en la inconmensurable Internet de mediados de la segunda década del siglo XXI, no es fácil encontrar perlas como la que hoy tengo el gusto de compartir con los lectores de XatakaWindows: Earth.
La Tierra está muy viva
El primer impacto visual que ofrece el globo terráqueo que vemos al entrar por primera vez en esta web, es la visión en movimiento (a escala) de la circulación del viento atmosférico a nivel de suelo.
Es hipnotizante disfrutar de lo que significa realmente una depresión en el atlántico norte, cómo giran los vientos a gran velocidad alrededor, y cómo afectan a cientos de kilómetros de distancia.
Además tenemos varios grados de zoom e, incluso, podemos seleccionar un punto dado en especial y saber la velocidad estimada del flujo aéreo en esa situación geográfica.
La experiencia va ganando grados de profundidad y complejidad cuando pulsamos en la palabra Earth, y accedemos a un menú de opciones de capas a ser mostradas.
Así, en las primeras líneas puedo observar la fecha y hora de la observación, el conjunto de datos que se está utilizando en la representación, la escala de colores, y la fuente de datos.
En el segundo bloque, puedo cambiar el sentido del tiempo, situarme en mi posición geográfica u observar una rejilla que cubre toda la superficie.
A partir de aquí puedo definir si quiero ver la circulación atmosférica o náutica. Esto último, me muestra todas las corrientes principales del globo.
También puedo seleccionar la altura en la que quiero observar los vientos, lo cual le va a dar más de una y de dos sorpresas a muchos lectores (os recomiendo ver los anillos planetarios de corrientes de chorro a 10HP de altura).
El Overlay nos permite indicar el tipo de dato sobre el que quiero visualizar la circulación atmosférica. Así puedo observar la temperatura, el agua precipitable, el agua en nubes y la presión a nivel del mar (que me perdonen los profesionales por mis burdas traducciones).
Por último, y recordando aquellos años de estudiante, tengo 8 proyecciones diferentes del globo terráqueo, en las que poder visualizar la simulación.
Cuando la ciencia es bella
Cameron Beccario, el autor de esta obra de arte científica, no ha descubierto nada nuevo. Pero, al igual que aquellos astronautas del Apolo 8, me ha hecho ver la tierra desde un punto de vista singular, y especialmente bello.
Este simulador, creado con lenguajes y herramientas estándar y profusamente utilizados por la industria de desarrollo de páginas Web, se nutre de fuentes de datos gubernamentales abiertas, y es una espectacular muestra de lo que se puede construir en esta sobre saturada Sociedad de la Información.
Espero que lo disfrutéis.
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