Bill Gates empezó su aventura Microsoft en 1975 con Paul Allen creando una versión de BASIC para el Altair 8800. De ese primer germen hasta lo que hoy es Microsoft ha pasado mucho tiempo y han cambiado muchas cosas, pero se mantiene: Gates sigue ahí.
En el año 2000 empezaba la "retirada" del fundador, que dejaba su puesto como CEO a Steve Ballmer. En 2006 anunciaba que dejaría de estar tan centrado en Microsoft, y en 2008 dejó de ser Jefe Arquitecto de Software (Chief Software Architect) para pasar a ser sólo presidente de la junta. Hasta hoy.
Gates será consejero del nuevo CEO Satya Nadella, y tendrá un rol más importante dentro de la compañía, asesorando también a equipos para mejorar y avanzar sus respectivos productos. Desde esta perspectiva, estamos ante un punto de inflexión en esa retirada de Gates. Pero por otra parte tiene menos poder real al dejar el puesto de presidente de la junta. El hecho de estar más vinculado con Microsoft no implica que tenga más poder.
Para poder responder bien a esta pregunta se hace necesario explorar las funciones de Bill Gates en Microsoft antes y después de este cambio.
Las funciones de Bill Gates, antes y después
¿Qué hacía Bill Gates como presidente de la junta directiva - chairman en inglés -? A grandes rasgos, de supervisor. Además de ser el encargado de organizar y coordinar las reuniones de la junta, evaluaba los resultados del CEO. No tenía poder ejecutivo, aunque parece que sí tendría cierta influencia y poder para decidir la estrategia de Microsoft a la vista de algunos reportes.
A partir de ahora, Gates estará mucho más implicado con la compañía, disponiendo de un tercio de su tiempo para reuniones con grupos de productos. Su visión se va a reflejar mucho más en la estrategia de Microsoft, pero lo más probable es que tenga menos poder de decisión que antes: la última palabra será siempre de Nadella.
¿Le conviene a Microsoft la vuelta de Gates?
La pregunta no es fácil. Por una parte, uno diría que la experiencia de alguien que lleva casi 40 años vinculado a Microsoft y al mundo de la tecnología tiene mucho valor. El caso de Gates es más especial todavía dado su historial de buenas decisiones. Que se lo digan si no al grupo de 43 personas que se encargó de continuar sus "Semanas para pensar" en las que delineaba el futuro de Microsoft.
El hecho de que haya sido el mismo Gates uno de los que ha apoyado al nuevo CEO, y que además Nadella le haya pedido que sea su consejero, nos hace pensar que tampoco habrá muchos conflictos entre ambos.
Por otro lado, ahora mismo Microsoft no necesita continuidad con lo que era antes. Ballmer ha logrado definir el nuevo camino a la empresa de dispositivos y servicios que es ahora Redmond, pero todavía queda: Microsoft no puede seguir como hasta ahora.
Y es que los retos a los que se enfrentan ahora no son los mismos que hace varios años. Está el móvil, el mundo de las tablets, la competencia con Google y Apple en muchos aspectos en los que antes Microsoft estaba sola... No está ya en una posición dominante en el mercado de consumo. Es cierto que la sección empresarial está más fuerte que nunca, pero no buscamos que Microsoft se convierta en otro IBM.
Nadella se queda con lo bueno de Gates sin que retenga la evolución que Microsoft necesita.
Además, Microsoft ya no se dedica sólo al software. Surface fue sólo un avance de lo que vendría después con la compra de Nokia. La estrategia no puede ser la misma que tenían antes, y los que antes eran sus aliados, los fabricantes, pasan a ser también competencia en una relación amor-odio más que curiosa.
A pesar de todo, en conjunto creo que es una buena idea tener a Bill Gates como consejero. La mente nueva es Nadella, y el que se va a encargar de renovar y redirigir Microsoft - esperemos que lo haga tan bien como ha hecho con Azure -. Los consejos de Gates pueden venir bien para acabar de encarrilar los movimientos que vayan dando, pero en su posición no podrá retener mucho la evolución de la compañía.
La proposición de Nadella es bastante inteligente en este sentido: se queda con los pros de Gates y se libra de sus contras. Habrá que ver si realmente le resulta útil en el futuro tener al fundador de Microsoft al lado.
Y vosotros, ¿qué opináis sobre la "vuelta" de Bill Gates a Microsoft?
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