Con la segunda generación ya en el mercado, era cuestión de tiempo y parece que 2015 será el momento elegido: Microsoft acaba de anunciar que detendrá la producción y venta del sensor original de Kinect para Windows. Sin especificar una fecha concreta, los de Redmond informan que detendrán la fabricación del sensor y solo se venderán las unidades que aún tienen en stock.
La primera generación de Kinect para Windows se puso a la venta en febrero de 2012, año y medio después de su salida en Xbox 360. Originalmente concebido como periférico extra para la consola, el sensor pronto fue ganando interés en numerosos ámbitos, generando una demanda que Microsoft trató de cubrir con su venta separada y un SDK específico para su sistema operativo.
Utilizado en ámbitos tan dispares como el de la medicina o el artístico, Kinect para Windows ha servido para impulsar el desarrollo de nuevas formas de registrar el mundo que nos rodea e interactuar con él. A la segunda generación de Kinect para Windows, mejor en todos sus apartados y a la venta desde julio por 199 euros, le toca ahora recoger el testigo y ayudar a hacer realidad todo aquello que empresas y desarrolladores puedan imaginar.
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