Si hay un aspecto que siempre que me preguntan recomiendo modificar en un ordenador, es el cambio de la unidad de almacenamiento. Pasar de usar un disco HDD a uno de tipo SSD es ganar en velocidad y rendimiento en nuestro equipo. Una segunda juventud que sólo se puede ver empañada por la mayor limitación de espacio en estos modelos con unos precios en los de más capacidad aún muy alejados de los que ofrecen los discos duros tradicionales.
Los discos duros mecánicos (HDD) han perdido protagonismo frente a los de estado sólido (SSD) pero esto no quiere decir que los primeros estén muertos. Aún son los más usados para grandes capacidades y en la situación actual de precios, el uso combinado de un SSD y un HDD (como almacén de contenido) es lo ideal. Y sin embargo, los discos duros mecánicos aún tienen margen de mejora.
Y es que las empresas que han hecho de este tipo de componente su estandarte (caso de Western Digital, Seagate, HGST, Toshiba ...) siguen trabajando para mejorar los HDD tradicionales y en este vance el cristal puede jugar un papel crucial para mejorar el rendimiento que ofrecen, sobre todo en capacidad.
La capacidad de almacenamiento que ofrecen es el arma que lucen frente a los SSD, con una relación espacio bastante buena. Y con el cristal de por medio esta podría pasar de los 20 TB. Un cristal que está siendo usado sobre todo en los discos duros de 2,5 pulgadas y que llegaría a los modelos de 3,5 pulgadas que son los que integran buena parte de los equipos de sobremesa.
Grabación Magnética Asistida por Calor (HAMR)
Grabación Magnética Asistida por Calor (Heat Assisted Magnetic Recording) es el nombre que recibe este sistema. De esta forma se optimizaría su funcionamiento mejorando aspectos como velocidad, bajo consumo y peso. El uso del cristal en los HDD haría que las superficies destinadas a los datos fuesen más planas lo que redundaría en que cada plato podría estar compuesto por más capas y por lo tanto vería aumentada su capacidad. Se aumentará de la actual 900 Gbits por pulgada a a una de hasta 2 e incluso 5 Tbits por pulgada.
Además, el cristal se comporta mejor a altas temperaturas dado su proceso de fabricación, lo que lo hace más resistente al calor, un elemento clave que fractura el rendimiento. Para su uso se requiere de una luz láser y el uso del cristal, un sustrato con una resistencia térmica de aproximadamente 700º, muy por encima de los 200º que logra el aluminio.
Los primeros discos HDD basados en este tipo de desarrollo podrían llegar a los mercados a lo largo del 2019 y es un gigante como Seagate el que parece mejor posicionado en le uso del HAMR. Por lo tanto y aunque el rendimiento de los SSD sigue estando aún por encima, los HDD en nuestros dispositivos no han dicho la última palabra.
Fuente | Techon Nikkei
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