Este año 2018 y finales de 2017 han sido muy movidos en el panorama tecnológico y lo han sido sobre todo por tener dos protagonistas inesperados. Meltdown y Spectre, dos amenazas que se han abalanzado sobre los procesadores de distintas marcas y afectando a millones de dispositivos.
No sólo ordenadores, sino que también tabletas o móviles estaban afectados por un fallo en el desarrollo de los procesadores. ARM o Intel han sido las marcas afectadas y tal ha sido el calado del problema que esta última ha terminado optando por atajar por el camino del centro para que la situación no se repita. ¿La solución? Pagar más por encontrar fallos.
Así que Intel ha decidido aumentar la cuantía que paga a los investigadores y curiosos que descubren fallos en sus desarrollos dentro del programa Intel Bug Bounty. Recompensas más jugosas para tratar de atraer una mayor capacidad de trabajo en el análisis de sus productos.
Se trata de encontrar vulnerabilidades y pagar justamente al que las encuentre de forma que les interese más trabajar para Intel que no para el enemigo. Así, una vez descubiertas dichas brechas de seguridad estas pasarán a manos de Intel que tomarás las medidas oportunas para corregirlas.
El precio de la recompensa no es el mismo y varía, cómo es lógico, de la importancia del fallo encontrado, siendo 250.000 dólares el valor más alto a pagar por una vulnerabilidad hallada en uno de los canales principales mientras que para otras vulnerabilidades Intel ha aumentado las recompensas hasta los 100.000 dólares.
El programa Intel Bug Bounty se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2018 así que ya sabes, si quieres sacar un dinero extra y te vez capacitado, puedes probar a buscarle "las cosquillas a Intel".
Fuente | Intel
Vía | ZDNet
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