Si hay un grupo de programas por excelencia para ordenadores esas son las suites ofimáticas. Imprescindible contar con programas como Word, Excel o Power Point para poder trabajar con archivos de texto, hojas de cálculo o presentaciones. Da igual si somos estudiantes, trabajadores o utilizamos Windows 8 como usuarios ocasiones, ¿quién no ha tenido que realizar alguna de estas tareas?
Y claro, hay varias opciones para hacerlo. Aunque Office es masivamente conocido y ha eclipsado a otras alternativas, tenemos variedad para elegir. Office, Libre Office, Open Office, Kingsoft Office o IBM Lotus Symphony… ¿Cuál es para ti?
Microsoft Office, el estándar
Es el mejor, sin duda. Lleva tantos años entre nosotros que casi no necesita presentación. Office 2013 es la versión mejorada de lo que ya conocemos; adaptada al diseño de Windows 8 y con una interfaz sencilla de entender y clara, muy clara. Ha ganado en fluidez, en la forma de hacer las transiciones y decenas de nuevas características que se ilustran en el vídeo de aquí arriba.
Sin embargo, la mayor diferencia se llama Office 365, una forma de tener todo conectado en la nube para acceder desde cualquier dispositivo, compartir archivos y editarlos de modo colaborativo. Además, ahora puede alquilarse para utilizarlo sólo cuando hace falta en hasta 5 dispositivos por 10 euros al mes y con algunos extras de regalo. Podéis consultar otras opciones y precios en la web oficial. También encontrareis un análisis a fondo en Xataka Windows (aquí y aquí).
Libre Office y Open Office, la alternativa libre
Aunque Libre Office nació de Open Office a raíz de algunos problemas internos, se podía decir que comparten filosofías: software libre, código abierto y además son gratis. Además, cuentan con una buena serie de programas dentro de la suite que serían el equivalente a los que podemos encontrar en Microsoft Office, aunque con un diseño menos atractivo y menos funciones (como 365 y su nube, entre otras cuestiones de diseño y plantillas, principalmente). Pese a ello, sí ofrecen las características más habituales con herramientas complejas capaces de competir a gran nivel.
Si bien en esencia son muy parecidos, hay cientos de miles de líneas de código de diferencia entre Libre Office y Open Office. No son grandes cambios pero si debemos elegir, por lo ligero que es para el sistema y las mejoras en la compatibilidad con Microsoft Office que incluye, recomendaría Libre Office. ¡Probar no cuesta nada! Podéis encontrar una buena comparativa en PC Actual.
Kingsoft Office y Calligra , para andar por casa
Son las opciones menos conocidas, pero realmente merecen una mención si lo que buscamos es algo un poco menos abrumador. Una suite sencilla para las actividades más simples. Kingsoft Office parte de esta idea pero sin perder una estética que recuerda mucho a la de Microsoft Office (demasiado incluso) y cuenta además con una versión móvil bastante exitosa y funcional. De hecho, a raíz de esto, la actualización de 2013 recibió un importante lavado de cara.
Calligra tienen sus orígenes en el equipo de desarrolladores de KDE para distribuciones Linux. Aunque un poco más tosco, cuenta con algunas opciones muy interesantes como Author, perfecto para aquellos que se dedican a escribir, sin complicaciones. En definitiva, otra alternativa libre y gratis a la que merece la pena echar un vistazo si el resto no nos convence.
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