La privacidad y el uso que se hace de nuestros datos es algo que cada vez nos preocupa más. Un tema que sale a colación cuando hablamos de cualquier sistema que se conecta a la red y que precisa de una recolección de datos para ofrecer un funcionamiento adecuado. La integridad de la información que nos atañe más cuestionada que nunca.
El problema viene cuando un programa o una aplicación que se supone, nos debe proteger, puede estar jugando con dos barajas y a nuestras espaldas, poner en venta los datos que recopila en manos del mejor postor. Es lo que aseguran en una investigación llevada a cabo por Motherboard y PCMag en la que desvelan que Avast ha vendido datos recopilados de los usuarios a terceras empresas.
Avast en el punto de mira
Por si ha alguien que no lo conozca, Avast, es uno de los programas antivirus más populares y propiedad del mismo grupo que posee AVG, otra alternativa para tener "protegido" nuestro PC. El objetivo de un antivirus es protegernos frente a amenazas externas y _software_ espía pero... ¿quién vigila al policía?
Según la investigación llevada a cabo por Motherboard y PCMag, tanto Avast como AVG han estado llevando a cabo un estudio de la actividad de los usuarios que tienen instaladas alguna de estas soluciones. El _software_ ha espiado los movimientos en la red de los usuarios para luego venderlos como datos anónimos a terceras empresas.
Son datos anónimos puesto que nunca están vinculados al nombre de la persona, a una dirección de correo electrónico o dirección IP. Cada historial de usuario se asigna a un identificador llamado ID del dispositivo que no desaparece hasta que el usuario desinstala el antivirus Avast.
Según la investigación, empresas como Google, Microsoft, PepsiCo, Yelp, Home Depot, Expedia, Intuit, Keurig, Condé Nast, Sephora, Loreal o McKinsey han sido las destinatarias de los datos recolectados que incluyen referencias a búsquedas, localización de posicionamiento con GPS, enlaces visitados en YouTube, páginas buscas en en LinkedIn o paginas porno.
Los datos se recolectan y se gestionan por parte de Jumpshot, empresa que se encarga de crear paquetes de datos para luego venderlos a terceras empresas. Y si tenemos en cuenta que Avast afirma tener más de 435 millones de usuarios activos por mes y Jumpshot afirma contar con datos de 100 millones de dispositivos, podemos hacernos una idea del mercado que podrían manejar.
Al instalar Avast o AVG, el usuario verá una ventana emergente que pregunta: "¿Le importaría compartir algunos datos con nosotros?" Según la información que ofrece, los datos recopilados serán identificados y agregados como una forma de proteger su privacidad. No avisa de la venta de estos datos a terceras empresas. Hay que acudir a la letra pequeña para ver algunos detalles curiosos relativos a la forma en la que se conectan los datos o como estos se almacenan durante 36 meses.
El problema, aparte del desconocimiento de los usuarios sobre el uso de los datos, radica en que la supuesta anonimidad de los mismos no es tal, pues pueden asociarse a usuarios individuales como se afirma en distintos estudios.
¿Es una de las consecuencias de contar con aplicaciones gratis? ¿Que el producto somos nosotros? Lo cierto es que no cesan de aparecer informaciones preocupantes. Si hemos visto como tanto Mozilla como Google estudian las extensiones peligrosas en sus navegadores. Incluso han eliminado las extensiones de Avast de sus tiendas de aplicaciones.
Vía | Motherboard y PCMag
Imagen portada | Madartzgraphics
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