Puede que en algún momento te haya interesado desactivar Windows Defender, el antivirus incorporado en tu PC o alguna de las protecciones que incorpora.Y es que Defender es una defensa modular que ofrece protección a diferentes niveles y que facilita mucho la capacidad del usuario para decidir qué nivel de protección desea tener.
Defender es un antivirus integrado, pero también un cortafuegos o un gestor de controles parentales entre otras cosas. Defender ofrece protección contra virus, malware y spyware y Microsoft se sirve del enorme número de usuarios para actualizar de forma frecuente la base de datos de amenazas. Dicho todo esto, en algún momento, puede que te interese desactivarlo y estos son los pasos que necesitas dar.
Cómo desactivar Windows Defender
Si estás interesado en desactivar Windows Defender lo primero que debes hacer es acudir al menú de Inicio de Windows y dentro del mismo buscar la sección "Actualización y seguridad". También puedes buscar directamente "Windows Defender" entre las aplicaciones instaladas.
Una vez dentro de "Actualización y seguridad" debes buscar en la barra izquierda el símbolo de un escudo y fijarte en el apartado que se abre en la ventana donde dice "Abrir seguridad de Windows" del menú principal. Veremos distintos apartados y pulsamos en cualquiera de ellos para abrir el menú "Seguridad de un vistazo".
Bajo a la opción que permite realizar un examen del equipo y dónde nos avisa sobre posibles amenazas actuales, aparece el texto "Configuración de antivirus y protección contra amenazas" y justo abajo, el título "Administrar la configuración" sobre el que debemos pulsar.
Se abre una nueva ventana con lista que detalla todas las protecciones que ofrece Defender y sólo queda desmarcar la que no quieras tener activa. En este punto Windows 10 te pedirá permisos de administrador para hacerlo y si en un momento las quieres reactivar puedes hacerlo en este mismo lugar. Estas son las opciones que vas a encontrar:
- Protección en tiempo real: analiza tu ordenador para buscar malware y evitar que se instale o ejecute en el ordenador. Cuando desactivas la opción, Windows la reactivará pasado un tiempo por tu seguridad.
- Protección basada en la nube: intercambia datos con los servidores de Microsoft para saber los tipos de amenazas que puedes encontrarte y protegerte contra ellas.
- Envío de muestras automático: el PC envía muestras de archivos sospechosos de tu ordenador para analizarlos y, si hay una amenaza, protegerte a ti y a los demás gracias a esta detección.
- Protección contra alteraciones: impide que otras personas cambien la configuración de seguridad de tu equipo.
- Control de acceso a carpetas: un sistema que protege tus archivos y carpetas del disco duro de cambios no autorizados. Es un tipo de protección en tiempo real, que intenta ayudarte contra el ransomware y te ayuda a recuperar las copias de seguridad de OneDrive.
Otra posibilidad complementaria es la que pasa por acceder al "Firewall" (cortafuegos) en el apartado "Protección de red" desde la pantalla principal para intentar bloquear conexiones entrantes sospechosas a tu ordenador cuando estás en redes privadas o públicas. Aquí, pulsa en cada una de las opciones para activarla o desactivarla.
Y por último, tienes la opción de "Control de aplicaciones y navegador", con la que puedes gestionar qué hace Windows cuando encuentras aplicaciones y archivos infectados, pudiendo bloquear, advertir o no hacer nada, y lo mismo cuando las encuentre en Microsoft Edge o la Windows Store. Cada una de las tres opciones las puedes desactivar por separado.
Con todos estos pasos, puedes desactivar la seguridad que ofrece "Windows Defender", sobre todo en casos puntuales, puesto que no es conveniente dejar nuestro PC sin protección de forma permanente o durante largos periodos de tiempo.
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