Ocho aplicaciones fotográficas que deberías probar en Windows Phone 8. II

Siguiendo la serie que he iniciado en el artículo anterior sobre las ocho aplicaciones fotográficas que deberías probar en tu Windows Phone 8, voy a revisar otras cuatro más con características muy diferentes entre sí.

Camera 360, la facilidad de un interface bien diseñado

Y en este titular señalo la mayor virtud de una aplicación con un diseño gráfico y usabilidad excelente. El objetivo final es el crear un foto-diario en mi dispositivo, que me muestre mis imágenes en un calendario y que me permita compartirlas de forma sencilla.

Así el primer paso es tomar la foto, pudiendo elegir unos pequeños ajustes de la cámara (la exposición, el flash, el filtro inicial y el tamaño) para la captura.

Ya, en el calendario, puedo seleccionar la imagen para recapturarla o modificarla aplicándole una pequeña, pero completa, colección de filtros.

Simplicidad con una experiencia de usuario positiva, eficaz y muy agradable.

Fotor, no solo de filtros vive el retoque

Como casi todos los programas del análisis, el primer paso es elegir entre tomar una foto (con cualquiera de las dos cámaras) o utilizar alguna de la biblioteca.

A partir de este punto puedo dejar que el propio programa me optimice la imagen, que lo hace bastante bien, el poder recortar al tamaño deseado, rotarla, ponerle un marco ~~que a mí me sigue pareciendo una horterada~~ y los efectos y retoques.

El primer grupo “FX effects” es, como no, una colección de efectos (pero que hay que señalar que están muy bien escogidos); a continuación puedo editar los parámetros básicos de la captura como son el brillo, el contraste, la saturación o el enfoque; por último los efectos “tilt-shift” que es un desenfoque muy similar a estar jugando con la profundidad de campo.

Fhotoroom, la red social como objetivo

Ciertamente es muy difícil diferenciar y mejorar las aplicaciones ya existentes. Y por eso solamente las que tienen un “sabor” especial pueden ser las elegidas por los usuarios.

Así Fhotorom se ha centrado en el aspecto de compartir las fotografías.

Ciertamente no destaca ni por el número ni la calidad de su librería de filtros, pero sí que en permite pequeños y simples ajustes en cada uno de ellos. En cambio su capacidad de conectarse a las redes sociales para compartir las fotos es lo que la hace reseñable.

Permitiendo realizar acciones sociales como acciones de valoración, gestión de favoritos, muro de fotografías publicadas, etc.

Sin embargo tampoco olvida las ayudas a la captura de la imagen, así podemos realizar fotografías en ráfaga, temporizadas, en time-lapse, ajustadas para fotografías macro, para paisaje o retratos.

ProShot, el control total de la cámara

Esta aplicación está en otra liga y tiene un objetivo radicalmente diferente de todas las anteriores analizadas, y que es el darte el control manual de todos los parámetros de uso de la cámara de tú smartphone.

No esperes la calidad, ni la versatilidad de una cámara Reflex (ni tan siquiera comparada con un modelo de iniciación), pero si puedes obtener capturas muy superiores (artísticamente hablando) al modo automático cómo funciona el teléfono por defecto.

Así, en el modo manual puro – hay más semiautomáticos – puedes controlar el tamaño de la captura, en pixeles, enfocar manualmente, ajustar la ISO, configurar el balance de blancos y la temperatura, el omnipresente modo de funcionamiento del flash, y el ajuste del visor.

Esto último puede dejar el visor como si fuera el HUD de un caza, incluyendo un más que útil horizonte artificial y el histograma del fotómetro.

Pero aún hay más: puedo cambiar la velocidad, el zoom digital (mejor no usarlo), la exposición y el modo de disparo (en ráfaga, time lapse, etc.).

De hecho, de todas las aplicaciones que he ido probando durante semanas para ir documentando este análisis, esta ha sido la única que he comprado para mi uso personal.