Hasta hace bien poco teníamos un buen número de modelos con Windows Phone entre los que optar para probar el sistema operativo de Redmond. No hablamos de la variedad de Android, pero sí que el catálogo antes era al menos decente para poder iniciarnos y quién sabe si apuntarse al carro de los de Redmond.
Con el tiempo sin embargo la perspectiva de hacerse con un terminal bajo Windows Phone ha ido desapareciendo y todo por culpa de Microsoft. Hay que decirlo alto y claro y es que si el principal actor de esta trama no ofrece alternativas a consumidores, desarrolladores y operadoras, poco se puede esperar a la hora de buscar buenas ventas.
Cómo se suele decir, es "la pescada que se muerde la cola" y no puedes saber que es antes, si la falta de éxito motivada por el escaso apoyo de Microsoft o el hecho de no apoyar la plataforma ante la mala perspectiva de ventas. Y en estas nos encontramos, con un catálogo de Lumia cada vez más disminuido y alternativas contadas con los dedos de una mano para hacernos con un terminal con Windows Phone.
Os animamos a repasar el catálogo así de pronto. ¿Cuantos se os vienen a la cabeza? HP Elite x3, Acer Jade Liquid, algún Lumia de los que aún se venden... total puede que pasen de cinco modelos y como mucho, siendo optimistas. Y así hacer frente a Android pues... es difícil y pasa lo que tiene que pasar, que las cifras se desploman.
Presente gris (oscuro) y futuro negro
Mucha gente no quiere verlo, pero creo y así opinamos muchos, que la plataforma Windows Phone está sino muerta, en coma inducido. Es duro decirlo, sobre todo con la promesa de las aplicaciones x86 corriendo sobre procesadores ARM, lo que abriría un mundo de posibilidades. Pero para eso hacen falta teléfonos y no los hay por ahora.
En este sentido todo el mundo esperaba que con la llegada de los nuevos Qualcomm Snapdragon 835 la cosa cambiara, más que nada porque serían los primeros preparados para dar soporte a las aplicaciones x86 y podrían suponer a la vez la llegada del Surface Phone. Sólo un teléfono, a todas luces insuficiente, pero sería un rayo de esperanza.
Sin embargo el asunto del Galaxy Note 7 trae cola, y lo hace de forma que para ocupar toda la atención y volver a conquistar los mercados, Samsung casi se ha hecho con toda la producción del Qualcomm Snapdragon 835, lo que deja al resto de fabricantes desnudos, teniendo que buscar otras opciones para sus lanzamientos. El procesador en teoría más potente casi en exclusiva para un sólo fabricante.
El futuro es de los bots y la IA
De esta forma las esperanzas de ver un terminal en el que se aunara Windows Phone y el citado procesador en 2017 se desvanecen casi en su totalidad, máxime si tenemos en cuenta que desde Microsoft afirman que su apuesta de cara al futuros es una nueva categoría y de igual forma también son los Bots y la IA (Inteligencia Artificial), dejando de un lado a las aplicaciones. Algo que ya se deja ver en la opinión de Chris Capossela, OCM de Microsoft:
Es importante... que nuestros usuarios entiendan... nuestro modelo, nuestra meta no es sólo construir un teléfono que compita con los que ahora están en el mercado, con prestaciones ... tenemos un punto de vista distinto, en el que esperamos el nacimiento de una nueva categoría de smartphones.
Está claro que como citan en Gartner, el futuro es de los Bots y la IA, tanto es así que predicen que para el año 2020, el 20% de las empresas ya no va a invertir en aplicaciones.
De esta forma se pondría de manifiesto que desde Microsoft no tienen demasiado interés en las aplicaciones y los desarrolladores. Este es un punto de vista pero no deja de ser llamativo, por casualidad o no, si tenemos en cuenta como han ido desapareciendo algunas aplicaciones de catálogo del sistema. El interés de los desarrolladores en Windows es cada vez menor y de esta forma se muestran desinteresados en el sistema, incluso pese a la promesa que se suponía era OneCore.
Apostar todo a un sólo color
Desde Microsoft podrían estar esperando para convertir el esperado Surface Phone en una especie de PC de bolsillo pero vitaminado y si no lo vemos en este 2017 que acabamos de empezar... ¿lo veríamos en 2018? ¿o quizás después? Una política de empresa arriesgada, pues esperar tiempo, mientras los rivales crecen en potencia de fuego, para apostar por un nuevo ecosistema es algo altamente arriesgado.
Jugar toda la partida a una carta, no diversificar riesgos. Si les sale bien pueden tener éxito, pero si les sale mal, si no logran atraer a los usuarios con un terminal interesante y un sistema atractivo... esa si puede ser la tumba para Windows Phone. Así que terminamos con una pregunta. _¿Crees que están tardando demasiado en ofrecer una propuesta interesante desde Redmond para luchar por el mercado con Windows Phone o piensas que están dando los pasos acertados?_
Ver 14 comentarios