Ayer, viernes 19, Microsoft sufrió un verdadero “viernes negro” en bolsa al caer sus valores más de un 11% en unas pocas horas. Llenando de inquietud a los cientos de miles de inversores a lo largo y ancho del planeta.
Pero hay que echar un vistazo a los acontecimientos de los últimos días para intentar entender por qué este estallido que ayer impactó en los títulos del gigante.
Las cifras del último trimestre y los medios
¿Qué pensarías de una multinacional que ha facturado este último año un volumen de dinero similar a todo el dinero que España le ha “regalado” a los bancos (77.900$ millones); que en el último trimestre ha consolidado beneficios por casi 20.000.000.000 de dólares; y, en global, ha incrementado sus beneficios un 10% en relación al año pasado?
Pues en los medios de la ciberesfera, físicos o virtuales, casi unánimemente, se ha publicado o comentado estos resultados como algo negativo o, directamente, como una catástrofe que requiere un cambio de rumbo inmediato.
¿Por qué?
Por una parte si ajustamos el análisis solamente a este último año y lo revisamos por trimestres, ciertamente la tendencia es que en cada uno de ellos los ingresos y los beneficios son menores que en los anteriores.
Pero la gran sombra, no por su volumen si no por una nefasta política de comunicación, es la sospechosa reasignación de fondos, 900 “milloncejos de nada”, al stock de tabletas SurfaceRT.
Windows 8 RT y la Surface RT
Fíjate que estamos hablando casi el 5% de los beneficios, pero si a esto le sumas que no hay forma que Microsoft diga cuántas tabletas ha mandado hacer; ni cuántas ha vendido – habiendo estimaciones de que tiene almacenadas más de 6 millones de unidades sin vender; y las dudas que sigue habiendo en el mercado sobre el futuro de las RT, ha sido suficiente para situar estas “pérdidas” en todos los titulares.
Un ejemplo perfecto de poner el acento en donde más impacto produce al lector, sin tener proporción ninguna con la importancia en sí de la cifra.
Es cierto que la RT no está funcionando bien, que tanto el sistema operativo como el hardware adolecen de problemas de madurez. Que el número de aplicaciones en las tiendas es grande, pero la calidad o la relevancia de las mismas están muy por detrás de su competencia principal (el iPad).
Pero desde Microsoft insisten una y otra vez que todo el ecosistema RT va continuar, que no existen planes de llevar el sistema operativo Windows Phone a las tabletas, y que tampoco RT va a ser absorbido por las PRO.
Y viendo el volumen de negocio que tienen que “sacrificar” para mantener viva la SurfaceRT y su versión de Windows 8, creo que podría sostenerla durante décadas sin que le haga mella en las cuentas de resultados.
La sombra que ha empeñado resultados espectaculares
Otra consecuencia del efecto “anunciar la caída de un gigante” es que ha empañado u ocultado directamente las impresionantes cifras de crecimiento de divisiones y productos que son, ordenes de magnitud, más relevantes en las cifras que las “pérdidas” de SurfaceRT.
Por ejemplo, Office 365 ha incrementado sus cifras en más de un 50% en un solo trimestre (sí, en tres meses), pasando de 1000 millones a más de 1,500 millones de dólares. Para hacerlo más comprensible, han ganado casi 6 millones de dólares al día más que el día anterior.
O Windows Phone, en el mismo periodo de tiempo aumenta sus beneficios en más de 200 millones de dólares. Eso sí, hay que sumarle los royalties que cobra de cada Android.
Incluso ha minimizado el que todas las divisiones, sin una sola excepción, haya incrementado tanto la facturación como los beneficios con respecto al año pasado.
¿Qué ha producido el viernes negro?
Los mercados bursátiles han redefinido la palabra “volátil”. En un par de horas son capaces de encumbrar a una empresa y mandarle al pozo de las pérdidas. Y, además, de una forma más bien caótica.
Los inversores pequeños, asociados o no, se mueven por impulsos similares a los grandes cardúmenes. Y cuando se lanza una señal de alarma en la mayoría de los medios, el inicio de una venta de títulos puede desembocar, como puede ser en este caso, en una cascada de órdenes que tumben el precio de las acciones.
O, justamente lo contrario, al reconocer como un buen momento para recoger beneficios, iniciar una carrera de “tonto el último” hasta devolver el precio de las acciones a un valor (realizar una corrección, dicen los expertos) en donde su venta ya no produzca beneficios a los inversores.
También hay que tener un ojo puesto en los grandes tiburones de las finanzas, y una pequeña noticia como que el grupo de inversión ValueAct Capital ha comprado el pasado abril 2 mil millones de dólares en acciones con el objetivo de conseguir un sillón en el gobierno de Microsoft, también nos puede indicar una maniobra para incrementar su presencia en la compañía – ahora mismo se supone que tienen en su poder más del 0,4% - a un precio mucho más económico (la caída del viernes les ha venido de perlas).
Por último, las propias palabras de Ballmer acerca de la restructuración de la compañía y de un plan de sucesión en Microsoft, añaden inquietud a un mercado bursátil que ha alcanzado, en la última década, un estado de nervios a flor de piel constante y permanente.
Fuentes | Microsoft News, ValueAct negotiating for seat on Microsoft board: Report, Microsoft's $900 million Surface RT write-down: How did this happen?
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