Desde hace semanas se repiten los rumores en torno a Dell y su posible salida de bolsa para volver a convertirse en compañía privada. El fabricante pretende iniciar una reestructuración interna para lo que baraja la opción de cesar en su cotización pública. El proceso se llevaría a cabo mediante una compra financiada por terceros que incluiría a alguna importante firma de capital privado. El caso es que la empresa es uno de los principales partners de Microsoft, por lo que desde Redmond están muy atentos a los movimientos de la compañía norteamericana, hasta el punto de querer ser parte activa en el proceso de privatización.
Dell es uno de los fabricantes históricos de ordenadores personales, en parte responsable del éxito de la personalización de equipos y su distribución vía internet. El que llegó a ser el segundo mayor vendedor de ordenadores hace apenas cinco años se enfrenta a nuevos retos en esta era "post-pc" de la que muchos no paran de hablar. Ante estos cambios en el mercado toca adaptarse y en la compañía creen que eso empieza por cesar su cotización en bolsa, donde actualmente tiene un valor cercano a los 19 mil millones de dólares.
Desde Redmond ya habían mostrado su interés en ayudar en el proceso de reconversión de Dell con una fuerte inversión de dinero de entre mil o tres mil millones de dólares. Pero de poner el dinero, Microsoft quiere poder decir algo en los planes del fabricante.
Según informa el Wall Street Journal, las negociaciones estarían actualmente en un punto muerto mientras se barajan posibles escenarios futuros. Fuentes conocedoras del proceso relatan como posible escenario pretendido por Microsoft el que Dell se comprometa a utilizar Windows en la gran mayoría de sus dispositivos. Ésto no debería sorprender a nadie, habida cuenta de la cantidad de dinero que pretenden desembolsar y el hecho de que actualmente Dell ya ofrece buena parte de sus productos con el sistema operativo de Microsoft.
El caso es que existen sospechas de que la intención de Dell al volver a ser una compañía privada es poder llevar a cabo un fuerte cambio en su estrategia de negocio para evitar seguir dependiendo de las ventas de ordenadores personales. Con la entrada en la compañía, Microsoft pretendería mantener cierto control sobre el que ha sido uno de sus socios tradicionales. El riesgo de perder a uno de los fabricantes emblemáticos de ordenadores con Windows es motivo suficiente como para que Ballmer y compañía se mantengan al tanto de su futuro. Mientras se sigue trabajando en el acuerdo y es posible que sepamos más noticias en los próximos días.
Vía | Ars Technica
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