Fue la noticia del día de ayer y puede que en el ámbito tecnológico sea una de las de más calado del año, y eso que lo acabamos de iniciar. Y es que el problema de seguridad de los procesadores Intel (y ojo, que también se han visto afectado los AMD y ARM) ha puesto en alerta a una gran cantidad de empresas. Un fallo de diseño que ha provocado que las acciones de la empresa caigan en bolsa mientras que su CEO vende parte de sus acciones (las necesarias para seguir ocupando el puesto) y no tener un batacazo mayor.
Pero dejando a un lado la vertiente económica, lo cierto es que la situación es de gravedad, Las empresas afectadas son innumerables, muchas de un tamaño más que importante. Y si tenemos en cuenta a los usuarios... los equipos afectados se cuentan por centenas de millones. Y claro, con tales cifras estaba claro que Microsoft iba a ser una de las afectadas, siendo además una de las que antes han movido ficha.
Y es que cómo se suele decir, hay que afrontar los problemas mirándolos a los ojos, y eso es lo que han hecho desde Redmond, pues una vez ha salido a la luz el fallo, han informado que ya trabajan en una actualización de seguridad urgente para las versiones soportadas de Windows.
La actualización del _software_ para afrontar el fallo de diseño de los procesadores Intel y que será desplegada desde hoy mismo de forma automática en todos los equipos con Windows 10. En el caso de los modelos que cuenten con Windows 7 o Windows 8, los usuarios deberán buscar la actualización por medio de la utilidad "Windows Udpdate".
Todos los procesadores de Intel de los últimos diez años podrían estar afectados por el problema. Los micros de AMD, por el contrario, parecen estar a salvo según declaraciones de sus responsables.
La duda que queda ahora es si estas actualizaciones podrán hacer que baje el rendimiento del equipo, pues cómo ayer pudimos ver se habla de bajadas de hasta el 35% del total, una cifra bastante elevada que se percibirá sobre todo en los procesadores más antiguos y no tanto en los más recientes cómo es el caso de los procesadores Intel basados en Skylake.
Y es que el fallo está relacionado con la forma en que las aplicaciones pueden acceder al contenido de ciertas áreas de memoria del núcleo protegido y dejar el campo libre a un atacante que de esta forma evitaría la barrera de protección de acceso al kernel (el KASLR o Kernel Address Space Layout Randomization) y que una aplicación puedan leer el contenido de la memoria del kernel.
Un fallo que hace que las máquinas precisen de esos "parches" que puedan hacer que algunos sistemas se ejecuten más lentamente. De hecho desde Intel afirman que la perdida de rendimiento será variable en función de la carga de trabajo, si bien no queda claro cómo afectará a cada equipo.
No sólo Intel
Y es que el problemón es enorme, pues no sólo Intel está afectada. Procesadores AMD y ARM también están afectados por dicho fallo, un error que además se agrava pues en estos casos investigadores han determinado que no existiría un parche ya que requeriría cambiar toda la arquitectura. De hecho Google ha comunicado en su blog oficial que los smartphones Android también son vulnerables al fallo de seguridad. Esto amplía el campo de batalla más allá de los PC´s, pues tabletas, smartphones y cualquier dispositivo con un procesador ARM estaría afectado, tocando de lleno todo el ecosistema Google, Apple o Microsoft por poner sólo tres ejemplos.
La noticia que estalló ayer, no ha hecho sino empezar y queda por ver cual es el camino que toma y cual es el grado de afectación a empresas y usuarios particulares, mientras que la situación de Intel se ve tremendamente comprometida, sobre todo ahora que se le abría un nuevo frente en el mercado del PC con la llegada de los equipos con procesadores ARM de Qualcomm.
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