Según informa The Wall Street Journal, Microsoft ha cerrado la compra de una pequeña startup norteamericana que responde al nombre completo de id8 Group R2 Studios Inc., R2 Studios para los amigos. La compañía fue fundada en mayo de 2011 por Blake Krikorian, el mismo que estaba detrás de Sling Media y sus reproductores Slingbox, y trabaja en el entorno de la domótica y el entretenimiento en el hogar.
Esta pequeña empresa afincada en Silicon Valley había ganado renombre en los últimos meses tras conocerse el interés en hacerse con ella no sólo por Microsoft, sino también por parte de Google y Apple. Al final, los de Redmond parecen haberse salido con la suya, aunque se desconoce el precio que han tenido que desembolsar.
Con la adquisición, parte del equipo de R2 Studios pasará a trabajar para Microsoft, concretamente en la división de Xbox. Sabiendo que la empresa trabajaba, entre otras cosas, en tecnología relacionada con la distribución de contenido digital hacia el televisor, no sorprende que Microsoft confíe en ellos para ayudarles a seguir convirtiendo su consola de sobremesa en el centro de ocio del salón y, puede que también, en el centro neurálgico del futuro hogar conectado.
Hasta ahora, R2 Studios sólo había publicado una aplicación para dispositivos Android que convertía a nuestros móviles o tablets en mandos universales para el sistema de control automático del hogar de Crestron. Con la aplicación podíamos controlar luces, termostatos, sistemas de seguridad y demás elementos del hogar desde cualquier parte. Con la compra, Microsoft también se ha hecho con varias patentes que van en esta dirección.
Esto de la domótica no es nuevo para los de Redmond. Hace tiempo que en Microsoft Research están investigando con una especie de sistema operativo para el hogar al que denominan HomeOS. Unir todo ese I+D propio y el de la nueva compañía adquirida, junto a la posición estratégica que han logrado obtener con Xbox en nuestros salones y el potencial de las nuevas versiones de Windows, tanto en móvil como en escritorio, suena realmente bien.
Vía | The Wall Street Journal
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