China es un país con unas características muy especiales. La que puede ser la gran economía mundial en unos años oculta bajo su aparente capa de apertura unos de los regímenes más opacos y opresivos del mundo en bastantes aspectos. Es la idiosincrasia de un país que se abre al consumismo más salvaje mientras bajo esa capa de capitalismo mantiene una estructura totalmente antagónica.
Y el campo tecnológico tampoco se libra de estas particularidades. Hemos visto como hay plataformas a las que los usuarios no tienen acceso libre en el gigante rojo. Es el caso de Facebook, Twitter o YouTube. Mientras otras empresas han tenido tradicionalmente caro el acceso al mercado chino y eso es lo que loe ocurre a Microsoft y a lo que ahora intentan ponerle remedio.
Microsoft llegó al país asiático con Windows XP, un sistema tremendamente exitoso pero que no fue bien visto por las autoridades que trataron de crear un clon basado en Linux que, todo sea dicho, no tuvo demasiado éxito. Así Windows XP siguió circulando de forma masiva aunque fuese en forma de copias piratas.
El jarro de agua fría para los de Redmond llegó con Windows 8, un sistema operativo que fue vetado para su uso en los equipos usados en centros oficiales debido a las supuestas brechas de seguridad que poseía. Desde entonces la presencia de Microsoft en el país asiático, al menos con el beneplácito de las autoridades, había estado bajo mínimos.
Y eso es algo que puede cambiar si prospera el acuerdo entre Microsoft y China Electronic Technology Group, un entramado participado por el gobierno y que busca crear _software_ para su uso en el aparato burocrático chino. Es un acuerdo por el que buscan crear una versión de Windows 10 que pueda usarse sin problema en el mercado chino, sobre todo en organismos gubernamentales.
Se espera que por medio de este acuerdo y con la creación de un Windows 10 adaptado por medio de funciones y ajustes especiales, Microsoft vuelva a tener presencia con sus equipos de forma importante dentro de los órganos gubernamentales chinos y que lo mismo ocurra con las empresas, entornos laborales en los que hasta ahora el uso de Windows 10 está vetado.
Se trata por parte de las autoridades chinas de evitar cualquier tipo de espionaje y problemas de seguridad, máxime cuando Microsoft es una empresa americana, el país que más fuerte se opone al papel de China como líder mundial. Y claro, las suspicacias pueden estar a flor de piel. ¿Quién dijo puertas traseras?.
Quedará por saber y eso no será tarea fácil, cuales son las modificaciones en el código que han añadido desde Redmond y cuales pueden ser las partes más oscuras que han tenido que crear a modo de peaje para poder relanzar su presencia entre los ciudadanos chinos.
No se sabe cuando Windows 10 estará disponible para todos los ordenadores y empresas gubernamentales chinos, algo para lo que será necesaria la supervisión de un organismo estatal que se encargue de supervisar a fondo el código de esta versión de Windows 10 tan especial.
Vía | Ars
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