Ha pasado algo más de un mes desde que oímos hablar de una posible reestructuración interna en Microsoft. De la mano de Steve Ballmer, la compañía podría cambiar la organización de sus departamentos, fusionando algunos de ellos y centrándose en las principales áreas de negocio. Ahora nuevas informaciones apuntan a que dichos cambios están a la vuelta de la esquina.
Según publica AllThingsD, el CEO de Microsoft tendría previsto desvelar sus nuevos planes esta misma semana, probablemente mañana jueves. Para entonces se esperan cambios drásticos en las divisiones de la compañía con el objetivo declarado de lograr una organización más coherente y funcional.
La nueva estructura tendría en mente ese mantra de compañía de dispositivos y servicios que mueve ahora a Microsoft, poniendo más recursos en algunas áreas de negocio y eliminando funciones redundantes. Dicha reestructuración pretende además mantener esa mayor celeridad en los ciclos de sus productos que tanto se empeñaron en anunciar en la pasada Build de San Francisco.
Cambiando todo menos al jefe
Tras la reciente marcha de Don Mattrick, los cambios podrían terminar con Julie Larson-Green, actualmente en la división de Windows, a cargo de los dispositivos, incluyendo Surface o Xbox, además de los servicios de música y televisión de la compañía. Satya Nadella seguiría dirigiendo los esfuerzos en la nube a cargo de un nuevo departamento que los englobaría a todos, mientras Qi Lu añadiría Office y Bing a su división de servicios online. En el apartado de Windows, sería el actual lider de Windows Phone, Terry Myerson, el encargado de hacerse con la dirección del sistema operativo, al mismo tiempo que Tami Reller pasaría a ocuparse del departamento de márketing.
En la reestructuración también entra Tony Bates, presidente de Skype, que ganaría protagonismo en el desarrollo de negocios y la estrategia corporativa de Microsoft. La reducción en el número de departamentos probablemente termine además con algunos ejecutivos fuera de la compañía o viendo rebajada su posición, lo que explicaría la existencia de cierto nerviosismo entre las altas esferas de Microsoft a la espera de lo que decida Ballmer sobre su futuro.
Ballmer habría recibido consejos de su colega Alan Mulally, CEO de Ford, en un intento por mejorar la organización de Microsoft para responder mejor a las demandas del mercado y de los consumidores. Cuánto de ello se alcance con la reestructuración está por verse, pero de momento ya hay quien apunta a que los cambios apuntalan la posición de Ballmer, que gana aún más control sobre la compañía y responde así a algunas voces que piden que el cambio ocurra precisamente en su puesto.
Vía | Neowin
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