Cuando salió al mercado la Xbox One uno de los aspectos que más polémica levantó fue el de la obligatoriedad de adquirirla con Kinect, algo que elevaba su precio de forma notable. Un complemento que ya por aquel entonces gozaba de una salud bastante débil, todo hay que decirlo.
Y es que Kinect llegó en plena vorágine de la Nintendo Wii y sus controladores, incluidos los Nunchakus. El control de nuestros juegos por gestos usando el mando era algo revolucionario en lo que muchos vieron un futuro prometedor. De hecho eso parecieron pensar en Microsoft que lanzaron Kinect con Xbox 360 pero también en Sony que apostó fuerte por el PlayStation Move en PlayStation 3.
El caso es que el tiempo ha pasado y la Wii y sus controles, aunque revolucionarios se antojaron como una moda efímera. Algo pasajero que sirvió como anticipo de la Realidad Virtual o Realidad Mixta que luego llegó con las PlayStation VR. Sony se olvidó de su PlayStation Move pero ¿donde quedó Kinect de Microsoft?
Pocos juegos enfocados a su uso desde el primer Kinect, el de Xbox 360; ni por parte de Microsoft ni por terceros desarrolladores. Y de los pocos que había o eran en su mayoría de corte "casual" muy al estilo de Nintendo Wii o demasiado infantiles. De esta forma Kinect quedó arrinconado para su uso en otros entornos con PC, donde la comunidad desarrolló algunas aplicaciones llamativas.
En esas estamos cuando Microsoft anunció el Kinect mejorado que llegaba de la mano de Xbox One. Y ya vimos cual fue el resultado. Un aumento de precio y de nuevo pocos, muy pocos juegos para sacarle partido.
Esto hizo que tras las críticas se anunció que la Xbox One se podría adquirir sin este accesorio de forma que bajaba su precio para así competir con PlayStation 4. Pero Kinect no era un mal accesorio... ni mucho menos. Sólo que no se le supo sacar partido.
¿Donde queda Kinect con Xbox One X?
La llegada de Xbox One X hizo pensar que pasaría con Kinect ¿veríamos alguna nueva versión? ¿Tendría algún protagonismo? ¿Has leído algo sobre Kinect en el E3 2017 en la presentación de Microsoft? Nosotros tampoco.
Se supone que el Kinect que llegó con Xbox one podrá seguir siendo usado (es un periférico más) con Xbox One X pero ¿para qué? Ni siquiera en Redmond parece que se acuerden de su antaño novedosa propuesta. Se han olvidado totalmente de Kinect y de los usuarios que en su momento apostaron por el mismo y que ahora lo tienen cogiendo polvo en un cajón de casa.
Con la presentación de Xbox One X ni siquiera se menciona a Kinect y la consola ni siquiera cuenta con un puerto para poder conectarlo. En este sentido no podemos decir que sea una sorpresa, ya que la Xbox One S tampoco poseía el puerto propietario de la Xbox One original y debíamos hacernos con un adaptador que gratis nos facilitaban desde Microsoft gratis si teníamos una Xbox One o comprándolo en la Tienda de Microsoft.
Kinect está casi muerto. Xbox One y la recién presentada, Xbox One X, cuentan con soporte para Windows 10 y todo lo que ello implica respecto a conectividad. Gafas de Realidad Virtual o Realidad Mixta, webcam, teclados... un gran número de accesorios en los que no tiene cabida Kinect.
Los desarrolladores y empresas, aunque tímidamente, inician sus apuestas por la Realidad Aumentada y desde Microsoft ven ahora en el proyecto Mixed Reality el nuevo camino a seguir. Queda por ver si con el tiempo no vuelven a estrellarse con esta apuesta como en su día hicieron con Kinect. Sólo tenemos que esperar y que el tiempo de o quite razones. Mientras tanto Kinect queda sólo para aquellos a los que les guste trastear con PC y algunas aplicaciones experimentales aunque mucho tememos que tarde o temprano diremos: Kinect, descanse en paz.
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