Ya ha pasado el primer año de la apuesta de Microsoft con sus rompedores sistemas operativos Windows 8 y Windows Phone 8.
El futuro de Windows 8, ahora 8.1, y del sistema operativo de smartphones, está claro. Con un crecimiento sostenido de ambas plataformas, y con planes de futuro claros, meridianos y de largo recorrido.
Sin embargo, negros nubarrones se ciernen sobre la versión “pequeña” de Windows 8, la RT. Los cuales habrá que ver si son de tormenta veraniega de corta duración.
Las noticias buenas
Windows 8 RT es un sistema operativo que se ha integrado a la perfección con el hardware basado en procesadores ARM, superando de largo a su competidor principal que se esperaba que hubiera sido el iPad de Apple.
Llevo utilizando de forma continuada la Surface RT desde hace unos meses, y puedo afirmar sin duda que funciona muy bien para consumir información, y permite producir de forma moderada.
Es un gran valor añadido que incluya las Office por defecto (incluidas como aplicaciones del sistema) ya que, junto con la integración en Skydrive, me permite utilizar la tableta como una excelente herramienta de trabajo en reuniones, eventos o presentaciones.
Incluso con el teclado adecuado, me permite escribir artículos en situaciones y sitios en donde no podría hacerlo tan cómodamente como es en un avión o un tren.
De hecho, la RT ha ido desplazando lentamente pero de forma contundente, a su hermana mayor, la Surface PRO, en el uso diario. Dejando a esta última solamente para las ocasiones en que necesito tanta potencia como para mover una herramienta de programación, de diseño gráfico o una base de datos.
La llegada en unos pocos días de la versión 8.1, pondrá a Windows RT en donde debiera haber estado a su salida. Esta actualización, de la cual estamos haciendo un seguimiento al detalle en XatakaWindows, es muy superior a la anterior. Siendo más completa, más funcional, he incluyendo mejoras tanto a nivel de firmware, kernel y software.
Y además, el coste de la actualización es cero ya que se distribuye de forma gratuita para todos los dispositivos que tengan la versión 8 actualmente.
Las noticias malas
En una reciente presentación de Lenovo, la compañía mostró sus nuevos dispositivos Windows 8, tanto en sobremesas, ultrabook, convertibles y tabletas. Todos con características táctiles, todos con un diseño centrado en la ligereza y la movilidad en contraposición al concepto “ladrillo”, y todos con procesadores Intel.
Es decir, un fabricante más deja de construir hardware para Windows RT, centrándose en las nuevas características que están ofreciendo los nuevos procesadores Intel, y uniéndose a todo el resto de la industria en el dejar sola a Microsoft con la Surface RT.
Como bien se comentaba en los corrillos de la presentación, los fabricantes han visto que las cifras de venta de dispositivos con este sistema operativo no compensan las inversiones, y por ello han decidido apostar por el Windows 8 “completo” que, gracias a Intel, le está recortando mucho la distancia en consumo y movilidad a los chips ARM.
En España, estas cifras de venta tan pobres son culpa directa de dos causas: la pésima política de venta y marketing que ha seguido Microsoft, y el salto en calidad tanto en hardware como en software de las tabletas Android (tanto las baratas como las más costosas).
A esto hay que sumarle el círculo vicioso que representan las aplicaciones Modern UI para Windows RT. Al tener un porcentaje de penetración tan pequeño en el mercado, las empresas de desarrollo de aplicaciones de software no tienen incentivos para programar para Windows RT/Modern UI, lo cual impide a la Surface RT el poder competir contra el iPad o las Android de precio similar en calidad y cantidad de software disponible.
Así por ejemplo, hace unos días me comentaba un gerente que a él le encanta la Surface RT, pero que no se la puede dejar a su hijo pequeño porque no tiene la biblioteca de software de entrenamiento infantil que tiene su iPAd.
Conclusiones
Yo estoy muy contento con poder haber adquirido una SurfaceRT, con su desempeño y con su utilidad en el día a día profesional y en mi vida privada. Me parece una excelente combinación de hardware y software, que ha dado magníficos resultados que han superado lo que me esperaba de una tableta.
Eso sí, sin olvidar que no es un ordenador personal como puede ser un ultrabook o un portátil.
Pero tengo el temor de que una política de ventas bastante mala; con precios muy altos para lo que está dispuesto a pagar el mercado; con un marketing nefasto que ha conseguido que los fabricantes abandonen este tipo de dispositivos; y con Intel a plena potencia para desbancar a ARM; me lleve a tener a mi Surface RT guardada en unos pocos años junto a mi Windows Phone 7.
No sería el primer, ni el último producto excelente que se va a dormir el sueño de los justos por salir a destiempo en un mercado cada vez más difícil.
En XatakaWindows | Microsoft admite que la línea de tablets original Surface confundió a los usuarios, Una Surface RT de viaje, usándola a treinta mil pies de altura
Ver 25 comentarios